Trabajadores mineros amedrentan a La Paz tras muerte de Orlando Gutiérrez
La Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) y el Ministerio Público anunciaron ayer miércoles que investigarán de oficio la muerte del secretario ejecutivo de la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia (FSTMB), Orlando Gutiérrez.
La fiscal de Delitos Contra la Vida, Dubravka Jordán, precisó que se abrió un proceso por el delito de homicidio, mientras que el viceministro de Régimen Interior, Javier Issa, aclaró que a la fecha la Policía no recibió una denuncia formal sobre el atentado que sufrió el dirigente minero, por lo que iniciarán la investigación de oficio.
A tiempo de lamentar que no se haya realizado la autopsia médico legal para establecer las causas del deceso del dirigente, Jordán manifestó que, debido a la oposición de los familiares y el rechazo a las pesquisas por parte del nosocomio donde murió Gutiérrez, determinaron iniciar las investigaciones de oficio, por lo que solicitarán el certificado de defunción a la clínica.
“Según investigaciones preliminares, tras las elecciones generales del 18 de octubre, el dirigente de la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia (FSTMB) fue interceptado en la Plaza Murillo y fue agredido por un grupo de personas.
Gutiérrez quedó herido en el parietal izquierdo y fue auxiliado a una clínica de la zona de Sopocachi, donde permaneció internado durante 11 días. No obstante, los familiares del dirigente no presentaron ninguna denuncia ante las autoridades competentes”, se lee en parte de una nota publicada por la estatal ABI.
Por otro lado, la madre del dirigente minero lamentó que el Movimiento al Socialismo (MAS), del cual era militante, no haya cuidado de su hijo.
“Por qué no me lo han cuidado. Mi hijo ha movido cielo y tierra por este partido (MAS), pero este partido ahora no va a hacer nada”, lamentó en contacto con Cadena A.
MARCHA
En horas de la tarde, mineros ingresaron al centro de la ciudad, con detonaciones de dinamitas que causaron zozobra en los transeúntes y las vendedoras de la avenida mariscal Santa Cruz y El Prado paceño.
Las fuertes explosiones inquietaron a la ciudadanía que trataba de alejarse, mientras los mineros avanzaban hacia su sede sindical con gritos de “justicia” y carteles que pretendían responsabilizar al Gobierno por el deceso de Gutiérrez.