El impuesto a las “grandes fortunas” era uno de los pilares de financiamiento propuestos, pero es dudosa su efectividad, debido a la baja recaudación proyectada por el ministro de Economía y Finanzas Pública, Marcelo Montenegro, de 100 millones de bolivianos.
“Era uno de los pilares de financiamiento propuestos, pero es dudosa su efectividad. Si se toma en cuenta que solo en salarios el Estado gasta 3.500 millones de bolivianos por mes, la recaudación planeada de 100 millones resulta insuficiente”, según escribió en su cuenta de Twitter, el economista José Gabriel Espinoza.
Por su parte, los empresarios ya expresaron sus reparos, ya que señalaron que la aplicación de la misma podría afectar las inversiones y provocar fuga de capital al extranjero, y en un momento que la economía nacional requiere de recursos.
El viernes, el ministro de Economía, Marcelo Montenegro, informó que en Bolivia existen aproximadamente 150 personas con “grandes fortunas” y solo a ellas alcanzará el impuesto anunciado por la nueva administración gubernamental.
Quiero “aclarar que este es un impuesto a las grandes fortunas, (no a la riqueza porque) todos tenemos un nivel de riqueza, entonces, si fuera a la riqueza nos alcanzaría a todos, (pero en este caso) va a ser a las grandes fortunas, que deben ser como unas 150 personas en Bolivia, nada más”, dijo Montenegro, en entrevista con Unitel.
Durante la campaña electoral, el presidente Luis Arce planteó el impuesto a las grandes fortunas y el Ministro de Economía adelantó que se aplicará desde el próximo año.
“Estamos estudiando la aplicación de esto, viendo la base impositiva concreta y eso lo vamos a ir aplicando desde el próximo año. (Además) la recaudación potencial (se prevé que) va a ser como unos 100 millones de bolivianos”, afirmó.
Asimismo, la autoridad gubernamental anticipó que se podría aplicar este impuesto a las grandes fortunas que superen los 30 millones de bolivianos.
Como se recordará también hubo sugerencias de parte de varios sectores de la población para que se aplique un impuesto a la hoja de coca, también a los bienes suntuosos y bajar el Impuesto al Valor Agregado (IVA) para que más sectores se formalicen y paguen sus tributos.