José E. Pradel B.
Durante los gobiernos de los mariscales Andrés de Santa Cruz, José Ballivián y bajo la influencia de la guerra de la Independencia, el Ejército de Bolivia logró importantes victorias en las campañas de pacificación del Perú, contra la Confederación Argentina y Chile, e Ingavi, hitos relevantes de la historia militar de nuestro país y fue un periodo significativo donde también se germinó el pensamiento militar impreso.
Uno de los aspectos más notables que antecede a esta etapa, fue la introducción de una imprenta volante por parte del Ejército Libertador; administrada por Fermín Arébalo, esta tipografía divulgó las leyes iniciales y memorias: ‘Convocatoria del Alto Perú a una Asamblea general deliberante’, ‘Que el General en Jefe del Ejército Libertador encargado de los departamentos del Alto Perú, presenta a la Asamblea General’ y los periódicos: ‘El Chuquisaqueño’ y ‘Gaceta del Gobierno’. A su vez, el primer folleto publicado en Bolivia intitulado ‘Catecismo Masónico’ junto a otros documentos importantes.
De esta manera, con el objetivo de mejorar la táctica de combate fue publicado en La Paz el célebre manual de infantería ‘Instrucción de Guerrilla de Felipe San Juan, compuesta y aumentada por el teniente coronel Don Alfonso Balderrábano’ (1832). Por otro lado, tanto en el ‘Iris de La Paz’ como ‘El Boliviano’, ‘La Guardia Nacional de Bolivia’ y ‘Boletín del Ejército’, fueron difundidos los partes de guerra de las grandes victorias de Yanacocha, Socabaya, Humahuaca, Iruya y Montenegro, además de boletines del Ejército, circulares, escalafones, proclamas e información cuartelaría como revistas a las tropas confederadas.
Fue de esta forma que nació la prensa militar como respuesta a una relativa estabilidad política-económica, que también tuvo como consecuencia la aparición de los periódicos castrenses: ‘La Batalla de Yanacocha’ (1835), durante la campaña de Ingavi el ‘Boletín del Ejército Boliviano’ (1841) y ‘El Centinela del Ejército’ (1841), apoyados por los periódicos gubernamentales ‘Gaceta del Gobierno’ y ‘Columna de Ingavi’.
La inquietud intelectual militar también gestionó la traducción de obras escritas en francés, sobre ello nos recuerda el escritor José María Santivañez: “…se inscribió Ballivián, quien en breve tiempo se halló en aptitud de traducir al español, la obra de táctica escrita en francés por Jacobisoi”.
Posteriormente, la proliferación impresa continuó con la aparición de Reglamentos y la primera revista militar ‘Instructor Militar’, que según el célebre Gabriel René Moreno “fue una revista quincenal cuyo número primero apareció el 15 de octubre de 1842, i el séptimo o último el 15 de enero de 1843”. En dicha publicación se recoge obras de distintos militares celebres, biografías y pensamientos de grandes capitanes de la Historia como Bolívar y Jomini, también rescata las figuras de los primeros héroes bolivianos, como por ejemplo la de Alberto Sejas, que combatió en Coracora y junto a otros 79 compatriotas retornó por cuenta propia, en 1839.
A su vez Ballivián, dedicado a reorganizar el Ejército se esforzó a instruir a su oficialidad y ordenó la impresión de los textos: ‘Campaña de 40 días hecha por el Ejército Boliviano’ (1841), ‘Instrucciones sobre el modo de tirar al blanco, reglas de la Balística, ventaja de las armas de juego de la bayoneta, y manejo de ambas armas, para el uso e instrucción de los cuerpos del Ejército’ y ‘Código Militar. Para el réjimen y disciplina, subordinación y servicio de los ejércitos de la República’ (1843).
A modo de conclusión, a través de esta nota rescatamos parte del pensamiento militar boliviano impreso, germinado en los primeros años de la República.
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