O.M.G.

Oh my God, es la típica expresión gringa de asombro, popularmente abreviada en las redes sociales como O.M.G. Resulta más que obvio resaltar el origen de dicha expresión, la famosa globalización hizo que esta forma de locución traspase idiomas y culturas, por ello no son pocos los jóvenes e incluso adultos que utilizan este término en su día a día. Siguiendo esta línea me atrevo a exclamar: OMG, ante situaciones de asombro, tristeza e incredulidad que día tras día ponen a prueba no solo muestra Fe, sino también nuestra paciencia.

El Fondo de Naciones Unidas para la Población (Unfpa) dependiente de la ONU, en su informe sobre la situación de pobreza en América Latina del 11/11/2020, señala de manera categórica que el embarazo adolescente en el continente es una “fábrica de pobres”, pues genera en los países de la región gastos millonarios que podrían evitarse. ¡OMG! para la ONU, es mejor asesinar a los pobres antes de que nazcan, es decir, vale más invertir millones en la industria del aborto, que generar políticas educativas reales y viables para la prevención del embarazo. OMG para la ONU, el mejor pobre es el pobre muerto.

El flamante Ministro de Educación, previa a su designación como máxima autoridad educativa del país, al parecer ocupaba su tiempo en las Redes Sociales, concretamente insultando por estos medios a todos los que pensaban de manera distinta al Movimiento al Socialismo. Obviamente no es la conducta adecuada que uno podría esperar de un profesional en educación, pero lo que más llamaron la atención fueron las imperdonables faltas de ortografía dentro de redacciones de menos de 50 caracteres. ¡OMG!!!, al parecer el actual Ministro de Educación no sabe escribir de manera apropiada y no solo eso, su actuar da para pensar que su formación en sí, no conlleva la más mínima educación. ¿Qué cosas, ¿no?

Al discurso esperanzador y lleno de amor del vicepresidente David Choquehuanca le siguió una semana llena de actos violentos y vandálicos por parte de los partidarios del Movimiento al Socialismo, no faltaron ni las piedras ni los insultos. Al parecer el lenguaje de amor que emana de la plaza Murillo está teniendo sus primeros resultados: ¡OMG!!!, el amor al que hacía referencia el “Jilata David” en realidad se trata de un amor tóxico, donde el agresor siempre se hace a la víctima y encima repite una y otra vez la típica frase tóxica: “te prometo que voy a cambiar”.

Para finalizar, no queda más que exclamar con asombro ¡OMG!!!, ante la impunidad tras los hechos violentos de noviembre de 2019, todos los implicados de un día para el otro quedaron en plena libertad, pues curiosamente los operadores de justicia no encontraron indicio alguno de culpabilidad, en fin, ¡OMG!!! y todavía hay MAS.

Marcelo Miranda Loayza es Teólogo y Bloguero.