Nuevo cuadro ministerial

El plantel de ministros que gestionarán el Gobierno junto al presidente Luis Arce no se diferencia mucho cualitativamente de quienes gobernaron junto a Evo Morales, en el largo ejercicio de éste. Opiniones apresuradas califican al nuevo equipo ministerial como “técnico” y no político. Evidentemente hay algunos, pocos en verdad, que con propiedad pueden llamarse técnicos.

Todos --salvo dos o tres ministros-- son burócratas que gozaron del beneplácito del ex presidente, de lo contrario no hubiesen desempeñado viceministerios o presidencias de entes descentralizados. Ejemplo, el ex presidente del Banco de Desarrollo Productivo, Marcelo Montenegro, ahora titular de Economía y Finanzas. Se ubican también varios ex altos funcionarios de ese mismo ministerio a la cabeza de Luis Arce, empezando de su ex jefa de Gabinete, María Nela Prada, promovida como ministra de la Presidencia. Es una asidua militante del MAS y de padre y madre de esa misma filiación partidista.

Este cuadro denota la endémica falta de cuadros (personalidades de peso o destacadas) del partido de gobierno, de modo que recurre como al presente a un simple ascenso de sus burócratas, sin que esto equivalga a un juicio de valor. Por otra parte, las quejas de que no se cuentan personas indígenas en el Gabinete no son reales. Por lo menos hay cuatro o cinco indígenas, por supuesto, no de vestimenta autóctona ni de sombrero, pero sí de origen. En cuanto a las regiones, tres son cruceños, aunque uno de ellos de clara raigambre aymara. Siendo paceño el presidente Arce, no se ubica ni un coterráneo suyo. Alteños de origen, sí los hay.

En la variedad de colaboradores en la que Luis Arce parece haberse empeñado hay dirigentes de algunas federaciones campesinas, como también de la Confederación Nacional del Magisterio Urbano de Bolivia, tildada de evista y que se mantuvo en esa línea los catorce años. Su dirigente Adrián Quelca, es actual ministro de Educación. Tres de los ministros pueden llamarse en puridad especialistas en su materia: el de Salud, doctor Edgar Pozo, además sin militancia política conocida, reciente Director del Instituto del Tórax, el ingeniero metalurgista Ramiro Villavicencio de Minería y el abogado Iván Lima de Justicia. Más de uno de los actuales altos dignatarios corre el riesgo de cambio casi inmediato por las presiones alteñas y de deudos del fallecido dirigente minero Orlando Gutiérrez Luna.

Es muy pronto para calificar el desempeño del Gabinete que apenas se inicia. Su condición de ex funcionaria aportará experiencia y lo deseable es que rinda más y mejor que los ministros del entorno Morales-García Linera, sin convertirse en políticos activistas. La imparcialidad de la alta esfera de gobierno es una virtud perdida, para mal del Estado.

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