Obra imperecedera

Para salir de las noticias periodísticas que nos abruman con los problemas políticos, busqué entre mis libros algo interesante y me encontré con un clásico: de William Shakespeare, Romeo y Julieta que comentaré a continuación.

Se trata de un amor en la historia del Siglo XIV, en Italia, donde las rivalidades entre vecinos se solucionaban a golpe de juicios, pero también de duelos a muerte, pero que, en una historia corta, este clásico de la literatura también nos da una lección de historia sobre la organización política de la época, donde en un principado la autoridad de este personaje lo domina todo.

Volviendo al tema de fondo, en la ciudad de Verona había dos familias destacadas, los Montesco y los Capuleto, pero también entre las cuales se daban pugnas que ocasionaban reyertas entre sus miembros. Entre los miembros de estas familias los Capuleto tenían una hija muy joven, de apenas 14 años: Julieta y los Montesco a Romeo, entre ambos se enamoran, sin que sus familias supieran de ello.

Sus declaraciones de amor son verdaderas piezas de oratoria, como toda la obra que se construye con diálogos y reflexiones de gran calidad.

Apenas se conocen, Romeo propone a Julieta casarse con él y la convoca para que al día siguiente ella se confiese ante Fray Lorenzo, para a continuación contraer matrimonio.

Para mostrar la calidad del lenguaje y expresiones que surgen a lo largo de la obra, a continuación, sigue el pensamiento del sacerdote a tiempo de recibir a Julieta para la boda: "He ahí la dama. ¡Oh! Tan leve pie jamás gastará estas piedras inalterables. Bien puede un amante deslizarse sobre esos blancos copos que fluctúan a merced de la caprichosa aura de otoño y no dar en tierra, sin embargo. ¡Tan ligera es la amorosa satisfacción! Fray Lorenzo los casa".

Pero, a poco de haberse casado, se da un altercado entre él y Mercuccio, éste sale herido y a poco muere. Acuden al Príncipe para que sancione al autor del crimen y éste lo condena al destierro. De esta manera, la pareja Romeo y Julieta, se ven intempestivamente separados.

Los padres de Julieta sin saber que su hija se casó con Romeo, programan otra boda con Paris, un noble de Verona. Fray Lorenzo, conocedor de la verdad, decide dar una salida, se programa la boda para cuatro días después un jueves.

Pero, Julieta en coordinación con Fray Lorenzo deciden comunicar esta noticia a Romeo y coordinan con el sacerdote una supuesta muerte de Julieta, la cual recibe una sustancia que la hace dormir y parecer muerta, situación ante la cual sus padres la llevan en un ataúd al mausoleo de la familia. El sacerdote inspirador de toda esta tramoya envía un mensaje a Romeo para que éste se traslade a Verona para reunirse con su amada en el cementerio, de donde deberían partir para Mantua en horas de la noche. Pero, las instrucciones sobre lo que debía seguir no llegan a Romeo y éste solo se entera de que su amada está en el cementerio y a tiempo de retornar a Verona, decide decirle adiós a este mundo, para lo cual antes de partir en visita a un farmacéutico compra para sí un poderoso veneno.

Romeo llega a Verona, se dirige al cementerio y ve a su amada en un ataúd, vestida como para irse al otro mundo, sin saber que ella está simplemente dormida; Fray Lorenzo no llega a tiempo para advertirle que ella está viva. Romeo mata a Paris al enterarse que se había casado con ella y luego se quita la vida.

El final pinta una tragedia patética, con todo el desarrollo de este drama en un lenguaje muy bien construido que nos hace sentir lo que los personajes parecen sentir. Un clásico, es un clásico.