El fútbol corre por su sangre
La Selección Nacional Sub 20 concluyó su primer microciclo de trabajo en Santa Cruz con balance positivo, porque el cuerpo técnico que encabeza Pablo Daniel Escobar vio en cancha a varios talentos que se consolidaron en el equipo, además permitió ratificar que hay familias que aún perduran en el fútbol.
Mauricio Adorno, hijo del ex golero del mismo nombre, Juan Daniel Sandy, hijo de Marco Antonio, Edgar Olivares, hijo del “Cucharón” Olivares, y los hermanos Alvarez, Sebastián y Mauricio, hermanos de Gilbert, el atacante de la Selección Nacional y de Wilstermann, mostraron que por su sangre sigue fluyendo este deporte y que aspiran a seguir con esa tradición en el balompié nacional.
“A Juan Daniel siempre le gustó el fútbol, desde niño, y el puesto de arquero le nació espontáneamente, no obstante que quise que sea delantero, jugó y lo hizo bien, pero lo que más le gustaba era el arco, y es un chico dedicado, responsable, para ir a la Selección sub 20 se preparó bastante y estuvo bastante motivado, fue ilusionado”, contó Marco Antonio Sandy, padre del jugador que milita actualmente en Wilstermann, donde no obstante su edad es el tercer arquero.
Juan Daniel Sandy es un arquero de buenos reflejos y que achica bastante bien, que en los entrenamientos de la Sub 20 también mostró que tiene temperamento y visión de juego.
Por su parte, Gilbert Alvarez, destacó que a diferencia de él y su hermano William, sus hermanos Sebastián y Mauricio, además de Limbert, quien milita en Torre Fuerte, son defensores. “Siempre les dije que no ganarán plata ahí”, comentó entre sonrisas el ariete de Wilstermann y la Verde, quien expresó su orgullo por haber enfrentado a sus hermanos en un partido de entrenamiento de la Absoluta con la Sub 20, “me alegra que estén en la Selección, tienen que dejar todo por esos colores, demostrar que están a la altura”.
Los hermanos Alvarez militan en la Academia Tahuichi y Callejas, respectivamente, y destacan en la zaga por la buena presencia física y visión de juego, además van bien por arriba. “Esperamos llegar a donde está mi hermano, Gilbert, para eso sabemos que el único camino es el trabajo”, dijo el mayor de las Alvarez, Sebastián que tiene 19 años, mientras Mauricio cuenta con 17 años.
En tanto que el “Mini Cucharón”, como él mismo se bautizó, dijo que “jugar al fútbol es algo que siempre me atrajo, voy forjando mis sueños, ojalá pueda llegar lejos como mi padre, que me apoya bastante y está orgulloso de lo que hago”.
Olivares, quien es jugador libre, mostró fortaleza en la marca, es recio y aún tiene bastante por aprender, como él mismo dijo.
Finalmente, Mauricio Adorno, quien actualmente milita en Bolívar, señaló que “espero llegar al nivel que tuvo mi padre y forjar mi propio camino, será difícil, vamos a trabajar con mucha responsabilidad por llegar a cumplir mis metas”.
En los entrenamientos de la Sub 20, fue el arquero titular, demostró experiencia, buena salida y reflejos, habiendo destacado con sus atajadas en el arco ante la Absoluta.
Los cinco eligieron el camino del fútbol, saben que en base a la responsabilidad y trabajo, como demostraron en Santa Cruz, pueden llegar a sobresalir en el deporte que tanto les apasiona. La Selección Nacional Sub 20 les dio la oportunidad de confirmarse, queda que sigan trabajando para seguir siendo convocados.