"Quiero jugar en Boca y ser mejor que mi padre"

Edgar Alberto Olivares Villarroel forja sus sueños en el fútbol, de la mano de la empresa Denovo Sport liderado por el argentino Juan Carlos Peñalva que lo acogió tras quedar libre de Jorge Wilstermann.

Olivares, nacido en La Paz y con pasado en Wilstermann y Enrique Happ, ahora va detrás de sus sueños en el fútbol, donde pretende dar todo de sí para llegar a confirmarse a nivel nacional e internacional, mejor si es Boca Juniors, además superar lo que hizo su padre, Edgar "Cucharón" Olivares.

“Quisiera jugar algún día en Boca Juniors, y, por qué no, también luego, pensar en jugar en Europa, pero hay que ir paso a paso, primero está confirmarme en la Selección Nacional Sub 20, luego debutar en primera división”, afirmó Olivares, quien es hijo de Edgar “Cucharón” Olivares, otrora futbolista de Wilstermann, The Strongest, Bolívar, entre algunos equipos, además de la Selección. A diferencia de su padre que se desenvolvía en el mediocampo, Olivares juega en la zaga central, donde tiene buen perfil y sale con visión de juego.

El hijo de Olivares, a quien conocen como “mini cucharón”, fue convocado al primer microciclo de trabajo de la Selección Nacional, que está dirigida por Pablo Daniel Escobar, quien es supervisado por César Farías, el seleccionador nacional también está muy cerca de los jugadores, tanto es así que dio bastantes consejos a los bisoños futbolistas en la última convocatoria. “Poco a poco me he consolidado, primero estuve un poco nervioso, pero me fui soltando, hasta llegar a estar muy bien, junto a grandes compañeros como los hermanos Alvarez, Kevin Salvatierra que se merece su convocatoria a la Absoluta, además de los otros compañeros que siempre me aconsejaron y se portaron bastante bien conmigo”, afirmó el jugador que ha quedado libre y ahora está representado por la empresa de Juan Carlos Peñalva.

“Cucharón era suplente en Wilsterman y llegó Ricardo de Angelis como Coordinador de Menores y lo promovió la temporada pasada a la Sub 19 y reserva”, comentó a propósito Peñalva, quien reiteró que dos de los jugadores que representan, como es el caso de José Herrera y Edgar Olivares, “ninguno jugaba, no les daban bola y llegó De Angelis y los promocionó, lo que habla muy bien de su trabajo”.

Peñalva, es un agente de jugadores reconocido, desde hace 20 años acerca futbolistas y entrenadores a Bolivia, los últimos en ser traídos, fueron Teodoro Paredes a Bolívar y Cristian Díaz a Wilsterman.

Con esa experiencia, Peñalva apostó por Olivares, una vez que quedó libre y para estar preparado, la empresa que lo representa le brinda hace tres meses entrenamiento de primer nivel, con gimnasio incluido, proteínas, indumentaria deportiva adecuada y nutricionista, “todo lo que un futbolista necesita para crecer como deportista”.

“Agradezco mucho al profesor De Angelis que me dio la confianza necesaria para llegar a ser promovido, porque estaba en la Sub 17, luego Sub 19 y finalmente reserva de Wilstermann, además a Juan Carlos Peñalva, quien nos da su apoyo necesario para salir adelante”, dijo por su parte “Cucharón” Olivares.

“Espero dar todo de mi por mis sueños, primero quedarme en la lista final del seleccionado Sub 20 que jugará el Sudamericano el próximo año, y, si vuelvo a ser convocado, daré todo de mi para buscar un lugar en el equipo, tal como siempre me recomienda mi padre (Edgar Olivares), quien estuvo muy contento por mi convocatoria a la Sub 20, al igual que mi madre Wanda Blanca Villarroel”, afirmó Olivares hijo, quien también mostró su propio temperamento: “espero llegar a ser mejor que mi padre, y tal como él siempre me dice, entrenar y jugar al 110 por ciento, siempre dar más”.