Encargados no exigen documentos
> El problema no es nuevo en la urbe alteña, pero ha empeorado durante la cuarentena por el Covid-19, el consumo de droga y alcohol es casi normal en los negocios ilegales
Los alojamientos clandestinos en la ciudad de El Alto continúan brindando sus ambientes de forma ilegal a menores de edad y lo más preocupante es que la administración no exige documentos de identidad ni cuentan con un registro de sus clientes, según autoridades policiales.
A pesar de los controles que realizan de forma periódica las autoridades policiales y municipales, estos negocios se dan modos para alquilar sus ambientes a menores de edad y estos, se han visto varios casos, consumen bebidas alcohólicas dentro de estos espacios.
Estos negocios, en su mayoría clandestinos, burlan a las autoridades para continuar con este ilícito, infringiendo de esta forma varias normas que rigen en el alquiler de estos negocios con fines que no son propios de los mismos y ni siquiera cuentan con una licencia de funcionamiento extendida por autoridades municipales y menos por el Servicio Regional de Salud (Seres), tal como debe ser.
Dichas actividades económicas han proliferado en inmediaciones del casco viejo de la Ceja de El Alto, como las zonas de Villa Dolores, 12 de Octubre y otras adyacentes, donde la presencia de personas indocumentadas y menores de edad buscan estos negocios clandestinos, porque no les exigen uno de los requisitos para alojarse como es la cédula de identidad, actitud ilegal por parte de los administradores.
En muchos casos, estos ambientes también son ocupados por extranjeros indocumentados, que utilizan estas piezas para consumir bebidas alcohólicas y forman grupos de personas en una sola habitación. Igualmente, acomodan en esos espacios reducidos una cocina, donde preparan sus alimentos, varios de ellos en compañía de sus hijos menores de edad.
El poco control que ejercen las autoridades municipales ha dado lugar a que estos negocios después de ser clausurados vuelven a reabrir, como si no hubiese pasado nada, donde además por la falta de control de los mismos es aprovechada por dueños de estos negocios.
Algunos pocos negocios al ser descubiertos en estas faltas de reincidencia fueron clausurados definitivamente, según el municipio, pero vuelven a reincidir. Los dueños de estas actividades económicas aceptan que tienen que arriesgar, porque no cuenta con otro tipo de ingresos, más aún en esta época de pandemia.
La mayoría de estos negocios clausurados también fueron multados por no contar con ambientes adecuados para este tipo de servicios, donde el mobiliario ya se encuentran inadecuado para su uso, pero a falta de control en este tema, continúan prestando servicios a los ocasionales clientes.
En este caso, la Intendencia Municipal ha procedido al decomiso de todo el mobiliario que ya no sirve para su uso entre camas, catreras, sillas y mesas, las cuales serán destruidas, mientras que los propietarios de estos alojamientos serán sancionados.
