Diseñado para ofrecer una experiencia de moda completa y original, Mamba Negra es un nuevo concepto de establecimiento comercial que brinda un servicio de asesoramiento integral que poco a poco va incluyendo más artículos de diseño y producción propia. Más aún, la casa de moda se ofrece como un escaparate para otros creadores nacionales.
La galería está dividida en dos espacios, por un lado, se encuentra la boutique con un variado vestuario, joyería, maquillaje y perfumería. Por otro lado, un ambiente transformable, que se puede acondicionar tanto para realizar una producción fotográfica o la realización de eventos destinados a la moda.
Ninon Campos es artífice de Mamba Negra, que en un inicio elaboraba el diseño de prendas inspiradas y dirigidas a la comunidad de mujeres afro descendientes. Sin embargo, tras haberse cumplido los tres años y medio de mostrar un concepto que para ella respondía a un “Movimiento Irreverente” en el estilo de vida de su público, este 2020 - 2021 marca la diferencia a través de una “Revolución Creativa”, con la presencia de nuevos rostros que encarnan la dinastía Mamba Negra.
“La iniciativa surge en 2016, como un proyecto personal de crear una marca que vaya más allá de una tienda de ropa y accesorios, sino que proporcione un servicio integral bajo un concepto exótico y con identidad”, señala Campos, quien para tal efecto realizó una serie de viajes (Dubai, Abu Dhabi, Hong Kong, Río de Janeiro, Sao Paulo, Guanzhou, Henan, Hebei) para sumergirse y colectar experiencias culturales y así diseñar una propuesta que pueda adaptarse a Bolivia.
Hoy la marca cuenta con una nueva sede en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, calle 6 Oeste #106, nueva estructura organizacional, nuevo capital humano, nuevas divisiones entre otros factores, sin dejar de lado el concepto de diseño de autor, que propone algo nuevo y especial que se aleja de la tendencia y se impone con personalidad.
Historia de éxito
Ninon Campos señala que tiene una afinidad con la industria de la moda que data desde su niñez, debido a que el negocio de su familia estaba estrechamente relacionado con la comercialización de máquinas de costura, por lo cual también ha tenido acercamiento con pequeños y grandes actores de la confección boliviana.
“El aprendizaje más enriquecedor fue el de forma empírica, el cual no solamente me impulso por una necesidad laboral, sino que también me satisface a nivel personal. Son experiencias que atesoro por haber conocido a los compañeros de esta actividad que me han seguido a lo largo de estos años”, refiere la emprendedora.