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“Chaco”, la historia jamás contada



1934, Bolivia se encuentra en guerra contra el Paraguay. Un grupo de soldados bolivianos, en su mayoría aymaras y quechuas, están comandados por un Capitán alemán retirado. La reducida tropa camina perdida buscando su enemigo en medio del espinoso y seco desierto del Gran Chaco. El Teniente y su grupo de oficiales que discuten el liderazgo y capacidad del Capitán alemán, le hacen notar la frustración por no haber encontrado hace meses al enemigo y además de la carencia de agua y vivieres cada vez es más angustiante. Divididos, delirantes y abandonados, los mientras de la tropa deambulan por el desierto del Chaco en busca de un enemigo paraguayo que nunca encontrarán. El monótono paisaje espinoso, tupido y silencioso, la falta de agua y sus miedos, serán el verdadero enemigo al que enfrentarán y enfrentaron siempre, adentrándose en un paisaje que los devorará lentamente.

El director

Recuerdo que cuando tenía seis años de edad una música me impresionó. Venía de un viejo megáfono instalado en lo alto de un cerro de mi barrio, y emitía una música ronca y extraña: un bolero de caballería, género musical boliviano vinculado a la guerra, a la lucha política y a la muerte, que se repetía una y otra vez durante días. Le pregunté a mi padre qué era esa música, “Seguramente alguien ha muerto, es para avisar a los vecinos”, me dijo. Mi madre en cambio, las odiaba. Para ella era una música que llama a la muerte, de mal agüero.

Al morir mi abuelo, mientras tapiaban su ataúd con estuco en el mausoleo de los beneméritos del Chaco en la ciudad de Oruro, volvió esa música extraña, ronca y lastimera: Una reducida banda militar tocaba un bolero de caballería.

Desde ese día me comencé a preguntar sobre la guerra y sobre cómo mis abuelos junto a sus camaradas habrían enfrentado a la muerte en ese Chaco polvoriento y desconocido, una región fantasmagórica, fronteriza con Paraguay, y donde la primera batalla solía consistir en racionar el agua para seguir viviendo.

La guerra del Chaco es el silencio y el dolor de mi abuelo, Pastor Gutiérrez, que acudió a la batalla cautivado por una colectiva fiebre patriótica, para luego ser profundamente decepcionado por la realidad y consecuencias a las que se había entregado. Resuena, como un lúgubre murmullo, la frase del cancionero popular boliviano. “Y ahora que tal

es tu infierno, donde tu gloria ha ido?”.

CHACO se desarrolla entre la incertidumbre y la desolación, con un pasado ya perdido y, por delante, un futuro incierto.

Significa para mí el recuperar una parte de la memoria de mi país, fragmentos, o al menos un pedazo.

Las situaciones y metáforas de mi película CHACO son extraídas, en esencia, de lo que no se dijo y de lo que no quedó en los registros de la historia oficial, sino más bien exploramos en la memoria oral, esos murmullos, que quedan sobre la guerra, y que se van transmitiendo a retazos de generación en generación. Éste es el material base, y volátil, con el cual elaboro la trama de la película. Quiero narrar el horror, la incertidumbre y el extravío, el cotidiano a la que fue expuesto el soldado boliviano, esos NN, que no figura en listas ni honores, pero que entrego su vida en las arenas del Chaco.

Nuestros personajes son presentados siempre en conflicto, consigo mismos y con el espacio, el bosque del Chaco.

Desconocen la región y están diezmados por la constante sed y hambre. Los objetivos de la guerra no los cumplen hace semanas, meses… y sus jerarquías ya poco importan. Sólo esperan salir de ahí, por donde sea y como sea.

Chaco es una manera de poder entender mi país, a mi familia y entorno. Una manera de acercarme. En resumidas

cuentas es una manera de entenderme a mí mismo.

Diego Mondaca – director

Diego Mondaca (Oruro, Bolivia). Estudió cine en la Escuela Internacional de Cine y TV– EICTV, Dirigió las películas documental La Chirola (2008) y Ciudadela (2011). Ambos

documentales estrenados en Festival Internacional de Cine Documental de Ámsterdam

- IDFA. Su trabajo ha recibido el apoyo de World Cinema Fund – Berlinale, Bertha Fund-

IDFA, Doc-DocBsAs, Summer School–IDFA, Jerusalén International Film Lab., BALBAFICI, Catapulta-Ficunam y Fundación TyPA. Mondaca es productor del documental

Cuando ellos se fueron (2019) dirigido por Verónica Haro, estrenado en competencia

oficial de Visions Du Réel - 2019.

Trabajó como asistente de dirección de Jorge Sanjinés y Werner Herzog. Paralelamente Diego es programador del Cineclubcito, cineclub especializado en cine latinoamericano.

CHACO es su ópera prima de ficción.

Raymundo Ramos Choque

(Cochabamba, Bolivia).

Integrante de una experiencia educativa artística de niños y niñas adolescentes trabajadores en Cochabamba denominada EDUCAR ES FIESTA.

Participante de los talleres educativos de la institución “audiovisuales educativos AVE” canto y radio teatro

Estudiante de la Escuela Nacional de Teatro HOMBRES NUEVOS con título de Técnico Superior y posterior trámite de Licenciatura.

Miembro del elenco de teatro “Teatro de la Luna” Dirección y creación de las obras teatrales para el proyecto Madre Tierra 2011- 2012.

Integrante de la Comunidad Colectiva de Artes Pacha Chuyma

Integrante de la Compañía de Teatro El Limbo en la cual se ganó varios premios como mejor actor.

 
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