Empresarios dispuestos a invertir

Los empresarios estamos dispuestos a trabajar e invertir, pero requerimos que el gobierno inyecte la liquidez necesaria para reactivar la economía del país. Se estima que por lo menos unos 6.000 a 8.000 millones de dólares serán necesarios para incrementar la oferta y la demanda.

La gestión 2020 ha sido muy difícil, con una caída del PIB de un 11% lo que implica unos 4.400 millones de dólares en producción de Bienes y Servicios.

Las últimas informaciones del INE son que el IGAE ha tenido una caída del 8 al 9% del PIB. El sector minero tuvo una contracción del 38% y la construcción un 42%, ello se evidencia en la reducción de los permisos de construcción de un 60% y, todos los sectores han tenido una situación similar.

Además, debido a la crisis generada por la pandemia del coronavirus, en el mundo entero se tuvo una reducción considerable de las remesas del exterior y baja de las exportaciones.

Se espera que al próximo año se tenga un efecto rebote en la Economía de aproximadamente 4% por la demanda que habría de los commodities a nivel internacional, que mejorarían por la implementación de la vacuna contra el Covid 19, además de una mayor demanda por parte de los países industrializados.

Las reservas internacionales netas (RIN) son suficientes para mantener el tipo de cambio. Las nuevas inversiones externas y obviamente la inversión privada nacional, coadyuvan a incrementar las reservas internacionales.

El economista Rolando Morales nos recuerda que generalmente cuando hablamos de reservas internacionales, en la mayoría de los casos solo nos referimos a las que tiene el Banco Central de Bolivia, olvidándonos de los dólares que están en el sistema bancario nacional, que llega aproximadamente a 3.600 millones.

Otro de los efectos positivos de la inversión privada, será el incremento de la oferta exportable, que se traducirá en un mayor ingreso de divisas.

El país en el 2020 tuvo una inversión extranjera negativa, se espera que el siguiente año crezca, tanto la inversión privada nacional como extranjera, para lo cual se requiere seguridad jurídica, reglas claras de inversión e incentivo en el sistema tributario.

Según el economista Alejandro Arana, “el hecho de que durante casi 15 años el gobierno de turno haya priorizado el crecimiento del mercado interno y mostrado poca apertura al comercio exterior, inhibió la llegada de más capitales. Si a eso sumamos la inestabilidad política que vivió el país durante 2019 y la extrema falta de seguridad jurídica, reglas claras y estables a lo largo del tiempo, que les permitan a los inversionistas un mínimo de certeza sobre el destino de sus recursos y la posibilidad de sacarlos del país cuando ellos así lo requieran, se puede entender por qué estamos en la situación actual”.

Este es el momento para reactivar los sectores de la construcción, el comercio y la industria, para ello, el Ejecutivo debe inyectar recursos a la economía y de esa manera impulsar el movimiento económico.

Los sectores que más rápido se reactivarán son los de la economía naranja con el turismo interno, la rehabilitación de hoteles, restaurantes, además de la reapertura del turismo internacional. También debemos reinventarnos con la economía 4.0 que es la economía del talento humano, para encontrar proyectos nuevos para el desarrollo del país.

Todo esto refuerza la idea de que ahora más que nunca el país necesita del trabajo conjunto de los empresarios y el Gobierno, a través del Poder Ejecutivo y Legislativo. Planteamos al Gobierno generar la necesaria seguridad jurídica de largo plazo, un adecuado clima de inversiones haciendo un acuerdo multisectorial.

Trabajando de manera coordinada podremos ser exitosos en el objetivo de reactivar la economía.

El autor es Economista, con doctorado en la Universidad de Salvador de Argentina, Presidente de la Cámara Nacional de Comercio, Presidente de Fundempresa, Miembro de Número de la Academia Boliviana de Ciencias Económicas.