El febrero 15 de 1773, Giovanni Angelico Braschi, primogénito de ocho hijos de condes italianos, deviene el Papa Pío VI sucesor de Clemente XIV. Tiene desavenencias con Napoleón que lo encarcela por no obedecer y muere en cautiverio a los 81 años de edad, en agosto 29, 1799. En enero de 1800 Napoleón autoriza el traslado del cuerpo a Roma y desde 1801 descansa en las grutas vaticanas. Su sucesor es (Barnaba Niccolò Maria Luigi Chiaramonti) que deviene Pío VII en marzo 14 de 1800, a tiempo que las arcas vaticanas han sido saqueadas por los franceses lo que fuerza la adopción de ajustes económicos. Incluso los agentes del corso-francés decomisan la tiara del encarcelado Pío VI al punto de que Pío VII tiene que ser envestido Papa con una tiara de papier mâché, lo que demuestra que el Mandamás no admite opositor, aunque sabe que políticamente debe avenirse con la poderosa Iglesia católica. También sabe la importancia de no provocar demasiado al pueblo católico francés que todavía sufre las consecuencias de la Revolución francesa.
Pío VII declara neutrales a los estados pontificios y, después de ocho años de negociaciones con Napoleón, logra el Concordato de 1801 que reconoce a la católica, apostólica y romana religión como de la mayoría de los franceses, pero limita el número de religiosos que conforman el clero que pasa a depender del Estado que entre otras cosas... paga sus sueldos. El acuerdo limita severamente el poder del Papado en Francia que incluso enfrenta la posibilidad de que el gobierno revolucionario confisque las numerosas propiedades de la Iglesia católica. En abril de1802 el corso-francés, molesto porque no le hacían caso en todo, cambia de parecer y proclama unilateralmente el sometimiento de la Iglesia nacional de Francia al poder civil sin dependencia de Roma... lo que Pío VII no acepta.
Pese a las concesiones eclesiásticas, en 1804 Napoleón insiste en imponerse aún más, dominar y, a fin de humillar al Papa, decide adoptar la vieja tradición de papas coronando emperadores... y ordena hacerse coronar emperador por el Papa en la Catedral de Notre Dame. La Curia romana se opone, pero Pío VII accede con la intención de que Napoleón se retracte de proceder con la Iglesia nacional. No se habla de ninguna retracción y cuando llega el momento el coronado arrebata la corona al coronante y se autocorona. El cuadro pintado por Jacques-Louis David, "La coronación de Napoleón" quizá sea la mejor reproducción de un momento muy histórico.
De ahí en adelante las relaciones se deterioran, hay desórdenes, encontrones y excomuniones, Napoleón busca la alianza bélica del Vaticano contra sus enemigos, y el Papa la niega. Entre las 2 y 3 de la madrugada de julio 6, 1809, tropas francesas, siguiendo órdenes del general francés Miollis, escalan los muros del Palacio del Quirinal de Roma y, después de batallar una hora a fuego cruzado con la guardia suiza, ingresan, detienen al Papa Pio VII y lo llevan de noche a Savona, cerca de Génova, después viaja muy enfermo a Fontainebleau. Napoleón, viendo su paulatino descenso, el 19 de enero de 1814 restaura los Estados Pontificios y libera al Papa después de cinco años, y éste entra a Roma el 24 de mayo de 1814. Pío VII muere a los 81 años el 20 de agosto de 1823. Napoleón nunca logró una relación tolerable con el papado principalmente porque los prelados nunca se sometieron, ni tampoco le hicieron venia, lo que lo molestaba y hasta enardecía... sobre todo porque en Francia... se rezase tanto por el bienestar del Papa.
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