El portugués fue la pesadilla del equipo de Lionel Messi. CR7 marcó un doblete.
La Juventus se clasificó para octavos de Champions como primera del grupo G tras ganar 3-0 en el Camp Nou al Barcelona ayer, en el reencuentro entre Ronaldo y Lionel Messi, un duelo que se decantó del lado del portugués, autor de un doblete de penal.
En una noche de pesadilla para los azulgranas, que llegaban con cinco victorias, la Juventus le arrebató la primera plaza, que normalmente ofrece un mejor sorteo de octavos, gracias a los tantos de penal de Ronaldo (13 y 52) y al remate acrobático del estadounidense Weston McKennie (20).
“He visto un equipo salir sin confianza, sin agresividad y esto puede ser un tema de tener miedo. Es muy raro, llevábamos una buena trayectoria en Champions, hay que ir adelante, hay calidad, hay que demostrar personalidad como equipo”, señaló el técnico azulgrana Ronald Koeman.
“Cuando saltas al campo con estas ganas y el nivel técnico acompaña, está todo bien. Estoy muy contento por los chicos”, dijo su homólogo italiano Andrea Pirlo.
Por primera vez desde la salida del portugués del Real Madrid rumbo a Italia en 2018, los jugadores que han dominado el fútbol desde hace más de diez años se reencontraron. Tras un abrazo cariñoso, el fútbol puso a cada uno en su sitio.
A Ronaldo, letal, le bastó un balón largo por la izquierda para sacar un penal a un novato como el uruguayo Ronald Araujo, de 21 años, que cargó excesivamente sobre el luso. Ajustició a Marc André Ter Stegen desde el punto fatídico con un disparo por el centro.
En la segunda parte ‘CR7’ repitió, esta vez engañando al arquero, después de que el francés Clement Lenglet cometiera un absurdo penal al tocar el balón con la mano. Su error provocó que fuera sustituido por su compatriota Samuel Umtiti.
“Sabíamos que era casi una misión imposible. Pero creo que cuando marcas tres goles en el Camp Nou, sin duda mereces pasar como primero”, dijo Ronaldo.
Entre medias, el Barcelona, despistado y vulnerable en defensa, a imagen del equipo que ha concedido cuatro derrotas en la Liga, se encomendaba completamente a Messi.
El argentino, como viene siendo norma este curso, probablemente el último que jugará con los azulgranas, se mostró poco acertado, multiplicando los disparos sin éxito ante una institución como Gigi Buffon, invulnerable en el marco de la Juve a sus 42 años.
“Un 0-3 deja lugar para mejoras. En algunos momentos no estuvimos muy preparados, hicimos fallos que no pueden pasar”, analizó Ter Stegen.