El poco claro tema de la vacuna

Bastante desorientación existe sobre la llegada de la vacuna preventiva contra la Covid 19. El gobierno no sabe aún cuál de las del mercado elegirá. En el mundo hay unos cuarenta laboratorios que se encuentran en distintas fases de prueba. La Spunik V rusa es la primera en salir a la luz y el día 5 del presente se la empezó a suministrar en Moscú, cuando hubo 8.000 nuevos contagios de un total de casi 30.000 en toda Rusia, en solo un día. La Sputnik V requiere dos dosis, lo que significa que en tres semanas deben volver a aplicarlas a quienes la hubiesen recibido. Su aplicación no es sencilla y debe ser descongelada, colocada, y transcurrir media hora para ver la reacción. Este proceso abarca una hora por vacunado, en los casi 100 centros de salud de Moscú.

La vacuna Pfizer prevé también iniciar muy pronto su aplicación en Gran Bretaña, pero aún no trascendió qué cantidad se tiene lista. Esta vacuna requiere que se cumplan varios requisitos, para empezar, debe estar sometida a 70 grados centígrados bajo cero de temperatura, tratándose también de dos dosis. En Latinoamérica, solo Colombia garantiza al presente esa seguridad de enfriamiento. Los países productores aseguran que solamente después de cubrir a su población podrán exportarla.

En el país, desde el gobierno transitorio hasta el actual, las autoridades hablaron de haber asegurado un lote de las vacunas de Oxford y Cía, de un millón de unidades. Nada concreto existe al momento en el tema. El Ministerio de Salud comunica que hasta el primer semestre de 2020 se contará con 600.000 unidades. Estas vacunas serán destinadas a las y los más expuestos o sea al personal de salud, etc. Una segunda adquisición –dice— de 2.3 millones de vacunas se destinará a la población vulnerable y la tercera “al resto”. Las autoridades enfatizan la gratuidad para el público, pero dan a entender que la comprarán. Se estaría estimando algo más de dos millones de vacunas, pese que el país tiene un censo poblacional de cerca de 13 millones. De lejos la provisión señalada es muy escasa, pues todos requieren ser inmunizados, por lo menos más allá de las fronteras tal es el cálculo que hacen sus autoridades.

De este enorme cuantitativo se puede descartar un millón y medio o algo más para asegurar una inmunización efectiva. Ahora bien, hay sectores en el territorio que son reacios a vacunarse por diferentes razones. Una es la política, no es secreto que el MAS imparte esta consigna en el campo y sectores afines. Esta inhibición no es exclusiva. En Rusia se dice que únicamente el 9% opta por la vacuna. Ésta es voluntaria en casi todos los países. En Estados Unidos y Europa también hay resistencias a vacunarse.