Pandemia, conflictos sociales y contrabando amenazan a industria

Los conflictos sociales y políticas desde el 2019 dejaron secuelas en la industria nacional, luego de la renuncia de Evo Morales, pero en 2020 la pandemia del Covid-19 paralizó la actividad económica no solo de las empresas sino de todos los negocios informales, agravando más los bloqueos en agosto por gente ligada al Movimiento al Socialismo (MAS) y el contrabando amenaza a la producción boliviana.

La economía boliviana al igual que de la región y del mundo ingresó en un período de recesión, que para esta gestión alcanzará 8,4 % según el Gobierno, y también registrará un déficit por encima del 12 %, uno de los más altos en los últimos años.

El presidente de la Cámara Nacional de Industrias (CNI), Ibo Blazicevic, sostiene que la demanda de productos “Hecho en Bolivia” ha descendido y la de los productos importados y del contrabando ha aumentado. 

“El descenso de la demanda industrial se agudizó con los conflictos sociales y políticos del anterior año y se profundizó con la crisis de la Pandemia del Covid–19”, lamentó.

Medidas

Las medidas dictadas por el gobierno transitorio no fueron suficientes, y en algunos casos no se aplicaron, y, por ejemplo, los exportadores tuvieron que sobrevivir con sus propios medios, ya que el sector no recibió ningún apoyo para salir de la crisis económica.

“No se ha llegado a implementar ninguna medida”, afirmó el presidente de la Cámara Nacional de Exportadores de Bolivia (Caneb), Gonzalo Molina, a tiempo de anunciar que han presentado propuestas para reactivar la economía nacional y está seguro de que es momento de trabajar el sector público y privado, juntos, para salir de la crisis.

Por su parte, el presidente de la Cámara Nacional de Comercio (CNC), Rolando Kempff, señaló que si bien se inyectó a la economía recursos a través del pago de bonos sociales para incentivar la demanda y la oferta, que representó entre 3 % a 4 % del Producto Interno Bruto (PIB), no fue suficiente para el desarrollo de la economía nacional, ya que fueron sólo paliativos.

También es de la opinión las alianzas público privadas (app) tienen que implementarse para reactivar la economía nacional, y una muestra de un trabajo positivo en el marco de esta iniciativa está Fundempresa.

Mientras tanto, Blazicevic señaló que la CNI planteó tres tipos de políticas públicas para aliviar los efectos de la Pandemia del Covid -19: 1) medidas de incentivo fiscal, 2) Fondo de Créditos y Garantías estatales al sector privado y 3) Operación vuelta al trabajo con medidas de bioseguridad. 

“La propuesta operación vuelta al trabajo tuvo una acogida favorable; empero, el fondo de créditos y garantías, si bien fue aprobado por el gobierno anterior, no terminó de implementarse y su resultado fue nulo”, sostuvo. 

Por otra parte, las medidas de incentivo fiscal solo permitieron diferimiento de operaciones crediticias y tributarias. Medidas como el compro boliviano, pago de deudas estatales a las empresas, lucha contra el contrabando creciente, pago de bonos con productos bolivianos, etc. no se implementaron, aseguró el titular de la CNI. 

Es por ello que la CNI solicita audiencia al Gobierno para plantearle su propuesta de reactivación económica del sector industrial manufacturero y de la economía nacional. 

Perspectivas

y propuestas

Entretanto, los empresarios saben que el próximo año será complicado, pero están también seguros que se volverá a la senda de crecimiento, y para ello se debe implementar políticas económicas para reactivar la economía.

Algunos sectores empresariales ya se adelantaron, y presentaron, en reuniones con autoridades nacionales, propuestas para generar actividades económicas de la mano de las alianzas público privadas.

Molina dijo que están a la espera de que el nuevo gobierno se instale completamente, pero adelantó que se debe trabajar conjuntamente, gobierno y los sectores productivos.

“Toma su tiempo el gobierno para formar su equipo de trabajo”, reflexionó a tiempo de informar que tuvieron una reunión con el ministro de Desarrollo Productivo y Economía Plural, Néstor Huanca, en la que le hicieron conocer una agenda público-privada para recuperar el empleo y la economía.

“El empleo digno que generan los exportadores y también recuperar las exportaciones”, dijo a tiempo de reflexionar que solo con el sector público, no va ser posible la recuperación, sino que también Bolivia necesita el apoyo empresarial para salir de la crisis.

“Creemos que se debe trabajar de forma conjunta, sector público y privado, y delinear políticas para sacar a Bolivia de la crisis económica en la que se encuentra”, apuntó el representante de los exportadores.

En el tema de puertos de exportación, fue claro en señalar que al respecto tienen un planteamiento integral, y no sólo de terminales marítimas, y uno de ellos tiene que ver con el corredor Ichilo-Mamoré, hacia el Atlántico.

También tienen propuestas en el tema logístico, que involucra la reconstrucción de puentes de los años 60 y la implementación de Puerto Busch, como alternativa no solo para las exportaciones sino también para las importaciones de combustible.

Entretanto, Kempff señaló que la vacuna genera expectativa, ya que los países desarrollados, una vez que se apliquen, volverán a la actividad económica.

Y se espera que los precios de los commodities, gas y minerales, y las materias primas, como la soya, vuelvan a niveles de cotización importantes para ayudar a la economía nacional.

Afirma que el 2021 habrá un efecto rebote, y esto ha significar que la economía nacional por lo menos crecerá un 4 %, debido a al decrecimiento en 2020, que llegó a -10 %.

Espera que la economía naranja, como el turismo interno se empiece a recuperar, y todo lo que es industria culinaria, y reiteró que la aplicación de la vacuna en los países desarrollados va a generar demanda de gas y minerales.

Entre tanto, aunque las Reservas Internacionales Netas hayan sufrido una reducción, Kempff asegura que hay recursos para importar por siete meses, y el mantenimiento del tipo de cambio fijo, es una garantía.

Pero también se requiere inyectar recursos frescos a la economía, y espera que el Gobierno pueda negociar de forma adecuada con los organismos internacionales, para obtener fondos de libre disponibilidad.

Además, está previsto la disponibilidad de la emisión de Bonos Soberanos por 1.400 millones de dólares, pero lo más importante es que el gobierno inyecte lo que prometió en su campaña, 9.000 millones de dólares, para la oferta y la demanda.