Los sectores público y privado deben llegar a un gran acuerdo para fortalecer la economía del país. Esta propuesta fue formulada la semana pasada por directivos de la Cámara Nacional de Comercio, durante una reunión mantenida con el vicepresidente del Estado Plurinacional, David Choquehuanca.
La propuesta empresarial pretende dar los primeros pasos para llevar adelante un trabajo articulado para generar políticas públicas que fortalezcan la economía del país, a partir de los principios de solidaridad y confianza en el Estado boliviano. Esta sugerencia fue bien recibida por el vicepresidente.
En la reunión con el señor Choquehuanca también se informó sobre la realización de una Cumbre Empresarial, donde varias mesas de trabajo analizarán temáticas de interés del sector empresarial, con la finalidad de construir la propuesta de un “Nuevo Sistema de Regulación para el Sector Formal de la Economía”.
De esta forma, la CNC busca que se genere un mejor clima de negocios para atraer inversiones al país.
Choquehuanca se vio muy complacido con la posibilidad de poder trabajar con el empresariado y fue claro al señalar que “vamos a estrechar una buena relación de manera muy responsable para cumplir los objetivos que nos vamos trazando las últimas semanas del año, más aún para una posible alianza público-privada como una base del modelo de desarrollo económico y social del país”.
En esta reunión con el vicepresidente Choquehuanca también se presentó la coincidencia de trabajar en políticas públicas que fomenten la inversión privada nacional y extranjera en nuestro país y coadyuven en la pronta reactivación de la economía.
En varias oportunidades expresamos la necesidad de que el Gobierno nacional ofrezca las necesarias garantías para que el sector privado pueda invertir, coadyuvando de esta forma con el proceso de recuperación de la economía nacional.
El editorial de un matutino local, publicado hace pocos días, señala con claridad que el sector privado es uno de los actores centrales del desarrollo nacional que ha tenido que enfrentar, como todos, un contexto muy difícil debido a la larga paralización de la actividad durante los conflictos y la pandemia. Hay urgencia por un diálogo honesto y constructivo con las nuevas autoridades de gobierno sobre las condiciones y apoyos que requiere para su reactivación, pues nadie gana nada con un sector privado debilitado. Urge reflexionar seriamente sobre las difíciles situaciones financieras que muchas empresas están enfrentando en un año para el olvido.
En el encuentro con la segunda autoridad del país también se le ofreció información sobre la organización del Congreso Nacional Empresarial que llevó adelante la CNC – Bolivia entre el martes 8 al viernes 11 de este mes, evento en el cual participaron más de mil empresarios de todas las regiones del país, para analizar un nuevo sistema de regulación para el sector formal de la economía del país.
Poco después, los ejecutivos de la Cámara Nacional de Comercio también visitaron al ministro de Relaciones Exteriores del país, Rogelio Mayta Mayta, con quien acordaron la predisposición de conformar mesas de trabajo que permitan llevar adelante acciones de beneficio mutuo, como las orientadas a gravitar en puertos del Pacífico y el Atlántico que beneficien a nuestro comercio exterior.
El Congreso Nacional Empresarial analizó el sistema de regulación desde las perspectivas laboral, financiera, tributaria y sectorial, con el objetivo de consensuarla mediante una agenda público-privada con autoridades del Gobierno Nacional.
Se dieron los primeros pasos en la tarea de abrir espacios de diálogo con el Gobierno, para juntos buscar la pronta reactivación de la economía nacional, la reducción del desempleo, en un adecuado clima de negocios que ofrezcan seguridad jurídica y promueva la inversión privada.
El sector privado hoy más que nunca requiere de seguridad jurídica frente a la emergencia sanitaria del Covid-19 y sus efectos negativos en la economía nacional y mundial. Por ello, es fundamental que las respuestas sean producto de una adecuada articulación público-privada, para lo cual se deben establecer mesas técnicas permanentes que permitan la implementación de medidas económicas efectivas y oportunas.
Las empresas formales deben aumentar su productividad y para ello se debe tener un marco regulatorio tributario claro y eficiente. Además, se debe contar con normas precisas y el acceso para las empresas a créditos para que puedan impulsar su reactivación e incentivar su innovación, actividad que derivará en mejores prácticas de gestión de las empresas.
El programa Financiero 2020, hecho público por el Ministerio de Economía y el Banco Central de Bolivia prevé una mayor contracción del PIB a la estimada por el gobierno transitorio de Áñez, pues pasó de -6,2% a -8,4%. El déficit fiscal también subió hasta un 12,3%, con una inflación que podría estar en 1,1%.
Y, como lo señala un reciente informe de la CEPAL la Inversión Extranjera Directa en el país se redujo en 2019 en 540 millones de dólares respecto al 2018 y el próximo 2021 captar el ahorro externo será complicado.
Esta realidad económica nacional, descrita por el Gobierno y la CEPAL, debe ser la que nos lleve por el camino de la concertación y el trabajo conjunto. Como dije en un comentario anterior: solo trabajando juntos superaremos los problemas económicos.
El autor es Miembro de Número de la Academia Boliviana de Ciencias Económicas.
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