Expedición científica
Una expedición científica en lo alto de los Andes bolivianos descubrió 20 especies nuevas para la ciencia, incluida la víbora Yope de montaña, la serpiente Bandera boliviana, la rana Liliputiense, cuatro especies de orquídeas y cuatro de mariposas. Los científicos también redescubrieron cuatro especies, incluyendo la rana Ojos de diablo, que se creía extinta y no se la veía por más de dos décadas, y una mariposa satirido, vista después de casi un siglo.
La expedición del valle de Zongo fue realizada con la participación y apoyo del Gobierno Autónomo Municipal de La Paz, Secretaria Municipal de Gestión Ambiental del GAMLP, Sub Alcaldía de Zongo, Museo Nacional de Historia Natural, Dirección General de Medio Ambiente y Áreas Protegidas, Herbario Nacional de Bolivia, Colección Boliviana de Fauna, Asociación Armonía, Compañía Boliviana de Energía Eléctrica, Dirección de Comunicación Social del GAMLP, Secretaría Municipal de Salud del GAMLP y el Grupo de Servicio de Porteadores Huayna Potosí.
La expedición fue codirigida por Trond Larsen, director del Programa de Evaluación Rápida (RAP) de Conservación Internacional y por Claudia Cortez, ahora responsable de Conservación y Manejo de la Fauna Silvestre del Bioparque Municipal Vesty Pakos del Gobierno Municipal de La Paz.
EL RAP de Zongo desplegó un importante equipo de científicos nacionales e internacionales expertos en diferentes disciplinas de las ciencias naturales; Ana Caroli Hamel Leigue (escarabajos peloteros), Claudia Cortéz (anfibios y reptiles), Elsa R. Saravia Jiménez (roedores, marsupiales y murciélagos), Eulogio Cama (flora, vegetación), Fernando Guerra (escarabajos peloteros, mariposas diurnas y libélulas), Iván Jiménez Pérez (flora, vegetación y epífitas vasculares), Jazmin Mayra Quiroz Calizaya (roedores, marsupiales y murciélagos), Marisol Hidalgo (roedores, marsupiales y murciélagos), Maritza Cornejo (flora, vegetación), Nuria Bernal (mamíferos), Oswaldo Palabral Velarde (roedores, marsupiales y murciélagos), Stephan Beck (flora y vegetación), Steffen Reichle (anfibios y reptiles), Trond Larsen (escarabajos peloteros), Víctor H. García S (aves), Vivian Albarracín Dávalos (mamíferos medianos y grandes), Yuvinka Carola Gareca Valdez (mariposas diurnas), Eduardo Forno (mariposas diurnas).
A este grupo de científicos, se suma la invaluable participación, en cuanto a conocimiento del área y el desplazamiento en ella, de la comunidad de Huaylipaya (1327 m), de la localidad Chawi Grande en la región de Zongo (que en el idioma aymara significa corazón).
“Estos descubrimientos son el resultado de 14 días de intenso trabajo de campo que se realizaron por el terreno accidentado, los bosques nubosos y las cascadas de Zongo; un paisaje verdaderamente hermoso y diverso”, dijo Larsen. “El notable redescubrimiento de especies que alguna vez se consideraron extintas, especialmente tan cerca de la ciudad de la Paz, nos muestra cómo el desarrollo sostenible que abarca la conservación de la naturaleza, puede asegurar la protección a largo plazo de la biodiversidad, como también de los beneficios que los ecosistemas proporcionan a la gente. Esta zona se ha convertido en un refugio seguro para anfibios, reptiles, mariposas y plantas que no se han encontrado en ningún otro lugar de la tierra".
Zongo es una región con un amplio gradiente altitudinal que va desde los 600 a 5200 m, cubriendo una gran variedad de pisos altitudinales y formaciones vegetales de montaña, principalmente bosques montanos de neblina. Aunque es conocido por la oferta de importantes servicios ecosistémicos para la producción de energía hidroeléctrica y por contribuir con las cuencas de recolección de agua para las ciudades de La Paz y El Alto, muy poco se ha conocido acerca de su biodiversidad y casi ninguna exploración científica se ha llevado a cabo en la región, principalmente por la dificultad de acceso y sus fuertes pendientes.
Aunque hay algunas amenazas que causaron cambios evidentes en alrededor del 10 % de los bosques de Zongo, estos se encuentran en buenas condiciones y ofrecen varios servicios ecosistémicos como: almacenamiento de carbono, regulación del ciclo hidrológico, provisión de hábitat para la biodiversidad, protección de la erosión de los suelos y brindan varios recursos a la población humana. También son importantes por su papel en la precipitación orográfica y la interceptación de niebla que agrega cientos de milímetros de agua al año al ecosistema y a su cuenca.
Finalmente, el área elegida tenia indicios de albergar una gran biodiversidad en términos de riqueza y endemismo, debido a que tiene ambientes en buen estado de conservación, presenta diferentes formaciones vegetales, un amplio gradiente altitudinal y el aislamiento debido a su geografía.
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