En América Latina y el Caribe
> Unas 30 millones de personas están desocupadas y 23 millones habrán salido de la fuerza de trabajo ante la falta de oportunidades. En 2021, el empleo estará en terapia intensiva y los indicadores podrían empeorar, sostiene el informe anual de la OIT
Durante los últimos 10 meses los mercados de trabajo de América Latina y el Caribe han retrocedido al menos 10 años y la crisis está lejos de terminar, dijo el director regional de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Vinícius Pinheiro, al presentar una nueva edición del informe anual Panorama Laboral, que en esta ocasión retrata el impacto sin precedentes de la crisis por Covid-19.
“Llegamos a 2021 con el empleo en terapia intensiva”, dijo Pinheiro en una rueda de prensa para dar a conocer los principales contenidos del Panorama Laboral 2020 de América Latina y el Caribe, un informe que comenzó a editarse en 1994. “Esta es la crisis más grande que haya registrado este informe en toda su existencia”.
Frente a ese escenario los países de la región enfrentan ahora el desafío de “sentar las bases para una nueva y mejor normalidad”, lo cual implicará adoptar estrategias para generar más y mejores empleos en la medida que se vaya reactive la producción y vaya disminuyendo la emergencia sanitaria.
“Ahora es indispensable lograr crecimiento económico con empleo. El empleo es crucial para reducir la pobreza y enfrentar la amplificación de las desigualdades que está dejando como secuela esta pandemia”, agregó el Director de la OIT para América Latina y el Caribe.
El Panorama Laboral 2020 registra un fuerte aumento en la tasa de desocupación que subiría hasta 2,5 puntos porcentuales en comparación con el año anterior, pasando de 8,1 % a 10,6 %. Esto significaría que el número de personas buscando empleo que no lo pueden conseguir aumenta en 5,4 millones y llega hasta 30,1 millones.
Pero el informe de la OIT advierte que en un escenario de crisis tan abrupta la tasa de desocupación cuenta solo una parte de la historia. Este año se registró un inédito tránsito hacia la inactividad por parte de personas que desistieron de buscar trabajo ante la falta de oportunidades. La tasa de participación se desplomó en 5,4 puntos porcentuales hasta 57,2 % de acuerdo con los datos disponles al cierre del tercer trimestre de 2020.
Más allá de los porcentajes eso significa que unas 23 millones de personas salieron de la fuerza laboral temporalmente y han perdido sus empleos y sus ingresos. En la medida que las economías se recuperen, su regreso a los mercados de trabajo generará presiones adicionales para los indicadores de desocupación del año próximo.
En 2021, la tasa de desocupación podría volver a subir hasta 11,2 %, dijo la OIT, al considerar que influirán también factores como un crecimiento económico moderado en torno a 3,5 %, insuficiente para recuperar el terreno perdido en la crisis, y la incertidumbre en torno a la evolución de la pandemia de Covid-19, incluyendo los temores sobre rebrotes y sobre la eficacia de los procesos de vacunación.
El informe agrega que antes de la crisis sanitaria, lo que ha sostenido a la participación y ocupación regional ha sido la incorporación de las mujeres en el mercado laboral. Por la pandemia, este proceso claramente enfrenta un retroceso. La reducción en tasa de participación proporcionalmente fue más importante entre las mujeres, de -10,4 % entre las mujeres, que entre los hombres, de -7,4 %.