Publicidad

    


Audiencia de alegatos y conclusiones

Caso Apolo en recta final y único detenido pide justicia

> Juan Bascopé lamenta que el Ministerio de Gobierno, dirigido por Carlos Romero en 2014, junto al Ministerio Público, lo hayan acusado sin pruebas, destrozando su vida y la de su familia, hasta dejarlo sin nada y en la miseria. Espera que el Estado algún día reconozca este abuso


JUAN BASCOPÉ JUNTO AL ABOGADO QUE LO PATROCINA, ESPERANDO UNA AUDIENCIA QUE FUE SUSPENDIDA.

A las 10.00 horas de hoy, viernes, será instalada la audiencia de alegatos y conclusiones, en la que probablemente se dicte sentencia en el caso Apolo, informó el abogado que patrocina a Juan Bacopé, única persona que desde hace más de seis años se encuentra con detención preventiva, acusado de ser el autor material de cuatro muertes de efectivos de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC), en un operativo de erradicación de coca en Apolo, en octubre de 2013.

Francisco Pacheco, abogado que patrocina a Bascopé, manifestó que la audiencia programada para hoy no tendría motivo para la suspensión, siendo que todos fueron notificados en sala.

“Es muy probable que hoy se lea la sentencia, ello dependerá hasta donde se extiendan los alegatos, tomando en cuenta que existen cinco querellantes. Es la fase final del juicio y esperemos que los administradores actúen conforme a ley”, apuntó el jurista.

Por otro lado, Juan Bascopé, el único encarcelado por este caso manifestó que en el desarrollo del juicio los acusadores no presentaron pruebas en su contra para sustentar su acusación.

“Nadie presentó pruebas donde se evidencie que yo he disparado contra alguien, por eso estoy aquí en el juicio, los verdaderos responsables no están detenidos”, aseguró Bascopé, quien dijo que no estuvo en el lugar de los hechos suscitados el 19 de octubre de 2013 en la localidad Miraflores del municipio de Apolo.

En este caso, Bascopé y Ángel Edgar Pilluy Sullca están acusados por los delitos de asesinato, lesiones gravísimas, asociación delictuosa, instigación, tenencia ilegal de armas y encubrimiento.

El Ministerio Público acusó también a otras 23 personas, que estuvieron en el lugar de los hechos, por los mismos delitos, excepto el de asesinato, empero ninguno asistió a las audiencias de juicio porque no pudieron localizarlos.

JUAN BASCOPÉ

Juan Bascopé Cari tiene 49 años y desde hace más de seis vive cada día con sufrimiento. Su cuerpo es consumido por las secuelas de la tortura. Tiene dolores intensos en hombros, ombligo, cabeza y muñecas. Está recluido de manera preventiva en el penal de San Pedro de La Paz desde hace 78 meses.

Bascopé lamenta que el Ministerio de Gobierno, dirigido por Carlos Romero en 2014, junto al Ministerio Público, lo haya acusado sin pruebas destrozando así su vida y la de su familia, hasta dejarlo sin nada y en la miseria. Espera que el Estado algún día reconozca este abuso.

“Creo que soporté todo, absolutamente todo y al mismo tiempo pienso que un día obtendré una reivindicación por parte de mi país, que en algún momento abusó de mí con todas sus fuerzas”, dice Bascopé en una carta escrita desde su celda en San Pedro.

Bascopé fue detenido el 17 de julio de 2014, en el municipio Mapiri, en La Paz, por efectivos policiales y militares. Durante tres días de operativos investigativos estuvo a merced de estos funcionarios –sin su familia ni un abogado defensor de confianza–, que lo sometieron a torturas y tratos inhumanos, crueles y degradantes para buscar que se autoinculpe. Durante esas 72 horas, los fiscales le hicieron firmar papeles en blanco y consintieron el maltrato a Bascopé, según la denuncia que es parte de un juicio por tortura. El Instituto contra la Tortura y expertos internacionales certificaron las secuelas de los tratos inhumanos que recibió Bascopé.

Según los informes generados por las organizaciones de Derechos Humanos, a través del ejercicio maligno del poder, la tortura es la manera más brutal de someter la integridad física y mental de una persona, es instalar en su interior la marca indeleble de un daño permanente, es despojar a un ser humano de su dignidad y confianza en el otro, es buscar quebrarlo y dejarlo intencionalmente como un fantasma. (EL DIARIO Y ANF)

 
Revistas
Publicidad
Portada de HOY

JPG (841 Kb)      |      



Publicidad

Publicidad