Viraje económico del gobierno

Políticas coloniales y antidemocráticas han convertido a nuestro país en mercado de consumo de productos extranjeros, desde máquinas sofisticadas hasta fósforos, pero principalmente de alimentos. Parecía que esa política iba a durar indefinidamente, pero, casi de súbito, en medio de esa oscuridad ha surgido un rayo de luz que ha iluminado el ambiente y dado una sonrisa de felicidad.

Se trata de que el gobierno de Arce Catacora acaba de dictar una medida económica nacionalista, por la cual se impulsará por medio de sectores privados, la industrialización de nuestras materias primas, de tal forma que se deje de importar artículos que podemos producir y satisfacer las necesidades del consumo interno y evitar una serie de problemas.

La medida concreta consiste en que el gobierno ha dispuesto invertir 130 millones de dólares para otorgar créditos a productores nacionales que sustituyan las importaciones estatales, privadas y el contrabando y, en esa forma, el pueblo boliviano consuma productos fabricados con mano de obra y materias primas que abundan en el país y que, de momento, fugan en forma de materia prima.

La iniciativa se materializará con dos fideicomisos, uno realizado por el Banco de Desarrollo Productivo con una cantidad de 468 millones de bolivianos y el otro que aportará el Banco Unión por 442 millones de bolivianos. La suma total que servirá para esa iniciativa equivale a algo más de 911 millones de bolivianos, que en moneda americana significan 120 millones de dólares.

La medida no solo beneficiará a los industriales, sino también creará fuentes de trabajo, se evitará la fuga de divisas, mejorarán las fuerzas productivas del país, en especial el pueblo boliviano consumirá sus propios productos, lo cual contribuirá al fortalecimiento de la soberanía y el crecimiento de la nación boliviana, tan venidos a menos durante los últimos años de populismo rampante.

Esta disposición patriótica será seguramente ejecutada con prioridad y, además de los aspectos citados, contribuirá al desarrollo de la democracia económica que tanto reclama el pueblo.

Se debe agregar que, en los primeros años de la República, Bolivia importaba todo lo que consumía y que ese estado de cosas fue superado totalmente por el gobierno de Andrés Santa Cruz, como revela el libro “Historia económica de Bolivia, de Túpac Katari a Evo Morales”.