Los padres juegan un papel esencial en el desarrollo de la educación emocional
Son mucho los profesionales en psicología de familia y educación que promueven la responsabilidad de formar en y con educación emocional desde le familia, son los padres quienes deben generar, cimentar y potencializar esta inteligencia.
La especialista Alejandra Huerta hace continuo énfasis en tres conceptos: autoestima, asertividad y empatía. Estos son puntos claves para el desarrollo de la inteligencia emocional. La autoestima se desarrolla desde el vientre materno, llega a la infancia, y luego a la adolescencia. La valoración propia depende del autoconocimiento y debe ser construida. Para ello es importante aplaudir los logros de los hijos, pero también que reconozcan sus falencias. Una autoestima baja genera inseguridad, relaciones sociales destructivas, incluso bajo rendimiento académico.
La idea que se persigue es lograr la educación de los hijos emocionalmente para que sepan sus fortalezas y debilidades, esto hará que tengan éxito en su vida adulta, ya que según estudios realizados por especialistas como el doctor Daniel Goleman, en su libro Inteligencia emocional, el éxito depende de un 80% de inteligencia emocional. El otro 20% depende de los conocimientos intelectuales impartidos en la institución educativa.
Es precisamente en este punto donde ingresa el segundo factor, la asertividad, la cual es una habilidad social de comunicar a las personas que nos rodean nuestros sentimientos y necesidades pero evitando herir y ofender a los demás; tiene como premisa fundamental que toda persona posee derechos básicos o derechos asertivos. La asertividad permite decir las cosas de forma directa y correcta sin generar temor o pasar desapercibidos por el oyente.
Por último, la empatía es la capacidad de ponerse en los zapatos del otro, ser sensibles a sus emociones y necesidades, conmoverse con su dolor y compartir. Es por eso que se ve necesario que los hijos aprendan desde pequeños a compartir sus juguetes, a preguntarle a los demás cómo se sienten, a colaborar con las labores del hogar.
Es importante que los padres eduquen emocionalmente a sus hijos para que éstos sean adultos con autoestima saludable, asertivos y empáticos.
EL ROL DE LAS REDES SOCIALES Y DE LOS PADRES EN LA EDUCACIÓN EMOCIONAL
El mentor de la escuela de padres Mauricio Bock establece en su video “Quién está educando a tus hijos” que las redes sociales merman la comunicación verbal de los hijos de la generación internet o Z, por lo cual se puede diferir que interfieren en su autonomía emocional, siendo más difícil el evaluar de manera crítica los mensajes culturales, sociales y de los medios masivos en relación a normas sociales y comportamientos personales.
Las redes sociales influyen cada vez más en la nueva generación internet, en su autonomía emocional, competencia social especialmente en lo que se refiere a la comunicación expresiva, receptiva y asertiva entre ellos y sus padres. Además, ya no son sus padres los que establecen lo que está bien o mal, sino que son las redes sociales las que marcan un marco de referencia primordial para ellos.
Por eso, es importante que los padres se adapten a estos cambios generados por internet conociendo muy bien redes sociales como Facebook, WhatsApp, Twitter, Youtube, etc. Al conocerlas podrán, no solo estar al tanto de lo que sus hijos ven, comparten y escriben a diario en estas redes, sino que podrán hablar al respecto para construir un propósito de vida más adecuado.
De acuerdo a una conferencia brindada vía YouTube por el especialista Mauricio Bock a finales del 2016, lo mejor es que los padres se adapten a estos cambios en la comunicación, que se actualicen educándose en cómo usar las redes sociales y que busquen espacios para conversar con sus hijos acerca del uso que ellos hacen de las redes, lo que les comparten y lo que comparten con los demás. De esta manera estos jóvenes pueden mejorar su competencia social, practicando la comunicación receptiva y expresiva, respetando y sintiéndose respetados.
También sugiere herramientas para que los padres se puedan acercar a sus hijos y cumplir con su papel de mentores: construir un propósito de vida en común, compartir experiencias cotidianas, llegar a acuerdos de confianza en el uso apropiado de las redes, hacerlos participes de las decisiones cotidianas, y generar proyectos de vida en conjunto. De esta manera, considerando la educación emocional, hijos y padres mejorarían su competencia social, puesto que ya no estarían reprimiendo sus emociones y/o sus pensamientos.
También su autosuficiencia emocional mejoraría al ser más capaces de evaluar críticamente el contenido que reciben y comparten. Así, los hijos al ser tomados en cuenta en la construcción de proyectos y propósitos de vida, mejoran sus competencias para la vida y el bienestar, tomando decisiones, fijando objetivos adaptativos a la nueva era digital, buscando ayuda y recursos, fluyendo en su vida y por supuesto teniendo un bienestar emocional.