Biólogo realiza seguimiento
> En países vecinos como Argentina, Chile, Brasil o Perú se realiza el seguimiento de la evolución genética del microorganismo
“Es fundamental controlar la evolución genética del virus SARS-CoV-2 y evaluar si es necesario un ajuste de la respuesta con relación a la enfermedad por coronavirus (Covid-19) en cada país y el nuestro”, afirmó el biólogo molecular, Álvaro Romero.
El planteamiento de realizar en Bolivia una secuenciación genómica viral (tecnología que permite conocer y descifrar el código genético de un virus), se origina al haberse identificado este mes en el Reino Unido, una nueva cepa variante del SARS-CoV-2 y que es posible, que se haya expandido a otros países del mundo.
Romero explicó que, la nueva variante denominada “SARS-CoV- 2 VUI202012/01” (variante bajo investigación, año 2020, mes 12, variante 01), “está definida por múltiples mutaciones en la proteína S (del virus)”.
“Una mutación es una alteración en el material genético de una célula o un virus, estas alteraciones son más o menos permanentes y pueden ser transmitidas a la descendencia. Estos cambios al azar (cambios positivos, negativos o neutrales) son consecuencia de muchos factores y son la mayor fuente de variación genética”, informó el biólogo molecular.
Según datos científicos, entre las mutaciones encontradas está la llamada “N501Y” que representa un cambio en un aminoácido, y “que afecta al sitio de unión del virus al receptor que le va a permitir entrar a la célula”.
Aseveró que, esta variante es mucho más transmisible que las que circulaban previamente, pero no se ha visto que se incremente la severidad de la infección.
La tasa de mutación en los virus de Ácido Ribonucleico (ARN) como es el SARS-CoV-2 es intensamente alta, la que puede ser un millón de veces mayor que la de sus hospedadores y eso da como resultado una modulación de la virulencia (capacidad del virus de unirse a su hospedador) y una capacidad evolutiva (la mejora de sus receptores de unión u otra adaptación para una mejora en la infección), agregó.
Dijo que, “una descripción genética de las mutaciones del virus puede ofrecernos información valiosa para evaluar la idoneidad de la resistencia a los fármacos y la patogénesis (origen y evolución de la enfermedad)”.
Remarcó que, “la evolución genética del SARS-Cov-2 tiene el potencial de afectar las propiedades antigénicas (respuesta inmunitaria), la transmisibilidad (capacidad del agente para propagarse de un huésped a otro causando enfermedad) o la gravedad del virus”.
“Por lo tanto, en Bolivia es importante controlar la evolución mediante la secuenciación de los aislados del virus”, propuso Romero.
En lo que va del año 2020 se consiguieron secuenciar miles de genomas completos del coronavirus, gracias al análisis de muestras de pacientes afectados por la enfermedad Covid-19 en varios países, menos en Bolivia.
El genoma o la secuencia genética completa del SARS-CoV-2 es una molécula de ARN (ácido ribonucleico), una especie de código de 30 mil letras que necesita para poder formar muchas copias de sí mismo y multiplicarse, publicó ANF.
Una vez conseguido el ARN de la muestra, el objetivo es purificar el ARN del virus y separarlo del ARN del paciente, siguiendo diferentes estrategias. A continuación se determina la secuencia de la molécula mediante procesos químicos y análisis bioinformáticos.
El biólogo molecular enfatizó que, de acuerdo a “Nextstrain.org” (especie de banco donde los países mandan los resultados de sus secuenciaciones para monitorear el genoma del virus), no existen datos de secuencias del virus reportadas para Bolivia. Mientras que en países vecinos como Argentina, Chile, Brasil o Perú se realiza el seguimiento de la evolución genética del microorganismo.