"Un diplomático nunca se va, se lo llevan designios de una carrera que le permite vivir varios mundos, varias vidas en una, y ésta, mía aquí, ha sido, en casi 50 años de servicio exterior, uno de los privilegios más altos servir a México y continuar contribuyendo a fortalecer con entrega mi pasión a la histórica re-lación con Bolivia”, con estas palabras, el encargado de Negocios de la Embajada de México, Edmundo Font, se despidió de nuestro país al término de su misión diplomática.
La invitación fue a una múltiple velada celebrada en la Cinemateca Boliviana, que se inició con la exhibición de la película mexicana "Calzoncín inspector" (1974) del director Alfonso Arau, nominada a los premios Óscar.
Seguidamente, se proyectó el cortometraje también mexicano "Centinelas del silencio", ganador de dos premios Óscar.
Luego de disfrutar de las proyecciones cinematográficas, los invitados se trasladaron hasta el salón principal de la Cinemateca para apreciar la instalación titulada "Naufragio a flote", del reconocido artista boliviano Gastón Ugalde. Al referirse a la muestra, el embajador Font refirió que "Gastón tiene una elocuencia extraordinaria en la dimensión plástica. Para México es un orgullo que Gastón nos haya permitido tener esa dimensión de puente que une y va a seguir uniendo las relaciones culturales entre México y Bolivia”.
En representación del Gobierno boliviano, el vicecanciller Freddy Mamani ponderó el aporte del diplomático mexicano al hermanamiento de ambos países y reconoció el "gran aporte y la contribución a la cultura boliviana de Gastón Ugalde, sobre todo por su maravillosa obra” expuesta en la Asamblea General de las Naciones Unidas en ocasión del Año Internacional de la Quinua, donde –dijo- tuvo la oportunidad de conocerlo.
El sello de despedida fue la actuación de mariachi Alma de México y una cata de mezcal oaxaqueño Koch´el.
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