Devolución de aportes de riesgos, profesional y común

En oportunidad de postularse como candidatos, los políticos ofrecen una serie de soluciones para los problemas que presentan los ciudadanos del país. De tales problemas, algunos pueden ser de inmediata solución, otros posibles de resolver, algunos con gran esfuerzo, y para otros ninguna solución se podrá ejecutar. Los ofrecimientos al final son una carnada para captar votos, de los que a veces inocentemente creen que se cumplirán esas ofertas. Entre éstos, escuché una que se acomodaba a las necesidades de quienes perdieron sus fuentes de trabajo por la pandemia, la misma que repercutió en la disminución de la producción de varias empresas o en el cierre de algunas y las más damnificadas resultaron ser la pequeña y la mediana industria, más el problema de la crisis mundial. En nuestro medio mucho tiene que ver el contrabando. Por estos motivos, miles de aportantes al sistema integral de pensiones no disponen de recursos hoy, esto obliga a los mismos a pedir la devolución del 10 % de aportes al sistema de largo plazo, de los recursos para la jubilación, para soportar la subsistencia de sus hogares.

Este pedido es razonable, y uno de los ofrecimientos del actual gobierno fue concederles recursos. Pero ahora se tiene que ser consciente, ya que la devolución resultaría un gran perjuicio para esas personas, porque cuando se jubilen tendrán una renta más reducida que la que rige con la Ley Nº 065 que, dicho sea de paso, según los cálculos utilizados en el año 2010, no tenía una correcta expectativa de vida, tenía datos irreales sobre la esperanza de vida, y con un alto nivel del grado de edad. Esperemos que termine la pandemia y se pueda dar solución a la crisis económica.

Al respecto, la solución es bastante factible, ya que el Estado no tendría que recurrir a los recursos para jubilación, en su caso puede devolver el 100 % de los recursos acumulados para Riesgos, Profesional, Común y Laboral, el mismo que no tiene la función a la que está destinado, ya que mientras no trabajen no corren riesgos. De esta manera se benefician por doble partida los solicitantes, primero porque su renta a futuro puede estar segura y, segundo, el aporte para riesgos es más de un tercio del aporte para jubilación, por lo tanto, podrán recibir más de 10%.

La presente publicación tiene por finalidad orientar al gobierno y los propios ex trabajadores, para dar solución al problema por el cual permanentemente realizan actos de presión, sin resultados. Esta realidad es producto de los estudios sobre la seguridad social en el país, donde continuamente se predica una nueva Ley de pensiones, pues la actual es obsoleta y solo va en perjuicio de los trabajadores.

Por otra parte, los ciudadanos tienen que conocer algunos puntos importantes: cuando se puso en vigencia la Ley Nº 1.732, la confiscación de recursos a los fondos complementarios no alcanzó para cubrir las rentas, y otras necesidades, entonces el gobierno recurrió a préstamos de las AFPs, por bastante tiempo, el acumulado casi llegó a $us 3.000.000.000. La pregunta es: ¿Estará registrado en la Gestora o se pagaría el monto a las AFPs? También en el gobierno del Sr. Morales se prestó un monto elevado para respaldar una producción agrícola, ¿se habrá devuelto el préstamo? Finalmente fueron utilizados fondos de los riesgos previsionales para incrementar rentas a un sector, ¿era correcto?

Ahora nos encontramos con un problema mucho más delicado, pues una reciente nota de un matutino local, referente a la aprobación del Presupuesto General de la Nación, da a conocer que serán utilizados recursos depositados de los trabajadores para obligaciones que el gobierno debe atender. El proyectar la utilización de esos aportes atentaría contra la vida de los futuros jubilados, teniendo en cuenta que los depósitos no son recursos del Estado, es de cada aportante, donde el rendimiento se supone deberá ser exclusivo para financiar rentas.

Entre los proyectos que se presentaron, uno es para la devolución del 10% del ahorro acumulado en dos partidas, otro para el 50% como préstamo, con el interés del 6%, y significa a la larga un genocidio para quienes tienen cierta edad.

Para terminar, deseo indicar que el uso de los aportes para cubrir las jubilaciones puede ser considerado como un delito, por lo tanto, no se debe tocar los mismos. Mientras que los aportes para riesgos profesional, común y laboral pueden ser devueltos, ya que los mismos sirven para cubrir invalidez, total o parcial, enfermedad profesional, o casos que se presentan en la vida de los trabajadores, teniendo en cuenta que, si vuelven a una fuente de trabajo, tendrán nuevamente que aportar para los mismos, esto no es delito. Es necesario devolver a extrabajadores el 100% de aportes para riesgos previsionales.