Salud
Cristina González
Tener siempre el móvil cerca, pinchar en la bandeja de entrada del email cada vez que te llega uno nuevo... Piénsalo: ¿cuántas horas al día pasas conectada? Esto tiene un nombre: tecnoestrés. Y si te identificas con estos síntomas, es probable que lo estés sufriendo.
• El uso frecuente de los dispositivos no solo genera estrés, también pueden dañar la piel con su luz azul.
• Estar tecnoestresada va más allá de síntomas como ansiedad o agobio: también puede manifestarse con molestias físicas.
No le restes importancia a este tema porque tiene más de la que crees: ¿sabías que el tecnoestrés está considerada una enfermedad? Así lo reflejan expertos en salud. Y muchas de las personas que lo sufren ni siquiera son conscientes de ello porque pasan por alto sus síntomas.
Sé sincera: ¿cuántas veces al día consultas las redes sociales? ¿Te cuesta no mirar la pantalla del móvil cada vez que recibes una notificación? ¿Tienes la costumbre de consultar el email incluso estando de vacaciones? Son gestos que hemos normalizado, pero que forman parte de este tipo de estrés que se ha visto agravado especialmente durante la crisis por el coronavirus: más tiempo libre, más tiempo en casa, más vida digital. "Esa hiperconectividad es un fenómeno creciente y preocupante que se ha incrementado con el Covid-19", nos confirma Gabriela Paoli, psicóloga y autora del libro Salud digital: claves para un uso saludable de la tecnología.
¿Qué es el tecnoestrés?
Se trata de un estrés específico que se deriva del uso excesivo de las nuevas tecnologías, algo que sufrimos de forma especial en el trabajo –en aquellos que las demandan–. "Consiste en una mala adaptación al tratar con las nuevas tecnologías de manera saludable", apunta Paoli. El tecnoestrés está determinado, y va en aumento, por la invasión en la vida diaria de teléfonos móviles, e-mails, PDAs, etc. De cualquier modo, tecnoestrés es un término que alberga diferentes tipos específicos de estrés tecnológico, como por ejemplo la tecnoansiedad, tecnofobia, tecnofatiga o tecnoadicción.
Y tú, ¿estás tecnoestresada?
Ahora bien: una cosa es abrir Instagram un par de veces al día o intercambiar unos cuantos mensajes... y otro, cuando se produce una hiperconexión que trae consigo trastornos y problemas de conducta. ¿Cómo puedes saber si vives enganchada al móvil? ¿Cuáles son los síntomas del tecnoestrés? Gabriela Paoli las explica.
• Tener el móvil siempre cerca. Si no lo tenemos al alcance de la mano, produce una sensación de desasosiego y sentimos la necesidad de correr a buscarlo.
• Consultar el móvil de forma compulsiva. Incluso aunque no hayamos recibido ninguna notificación.
• Sufrir FOMO: miedo a perderse alguna noticia, algún comentario en redes, una foto subida o una conversación.
• No tener tiempo para lo que antes te gustaba. Como leer, hacer deporte, escribir…
• Eres incapaz de tener el móvil apagado. Te pone nerviosa y te hace sentir insegura.
• El tener el móvil apagado provoca ansiedad, nerviosismo… No se está tranquilo y hace que se sienta inseguro.
• Te irritas si no tienes batería, ni datos ni te puedes conectar al wifi.
• Necesitas siempre contestar al momento, ya sea un mensaje de Whatsapp, mail o comentario en redes sociales.
"Si respondes que sí a la mayoría de estas señales, es probable que estés haciendo un mal uso de tus dispositivos", explica la experta. Y es que el tecnoestrés no solo puede causarnos agobio y malestar por dentro, también por fuera. De hecho, puede manifestarse en otros síntomas físicos, como "dolores de cabeza, insomnio, contracciones, tensiones o dolor muscular, malestar estomacal, vértigos, mareos...".
Por eso la experta recomienda estar atenta a estas señales para tratar de ponerle solución.