Claudia V. Araujo Caviedes
La Constitución Política del Estado Plurinacional menciona que la educación debe ser “gratuita, integradora y obligatoria para todo ser humano y que las personas con discapacidad también tienen ese derecho”; la Ley General para personas con discapacidad, en su artículo 10 señala que “el Estado garantiza el acceso y permanencia de estudiantes con discapacidad en el Sistema Educativo Plurinacional, en el marco de la educación inclusiva e integral”.
Asimismo, la Ley de la Educación N° 070 en su artículo 27 (Modalidades y centros de atención educativa) nos dice que la Educación Especial se realizará bajo las modalidades generales Directa (Centros especializados) e Indirecta (Unidades Educativas) en todo el Sistema Educativo Plurinacional.
La Ley contra el racismo y toda forma de discriminación Nº 045, en su artículo 5, inciso a) define como “discriminación” a toda forma de distinción, exclusión, restricción o preferencia fundada en razón de sexo, color, edad, orientación sexual e identidad de género, origen, cultura, nacionalidad, ciudadanía, idioma, credo religioso, ideología, filiación política o filosófica, estado civil, condición económica, social o de salud, profesión, ocupación u oficio, grado de instrucción, capacidades diferentes y/o discapacidad física, intelectual o sensorial, estado de embarazo, procedencia, apariencia física, vestimenta, apellido u otras que tengan por objetivo o resultado anular o menoscabar el reconocimiento, goce o ejercicio, en condiciones de igualdad, de derechos humanos y libertades fundamentales reconocidos por la Constitución Política del Estado y el Derecho Internacional.
Si bien en nuestro país existen normativas que apoyan la inclusión de todos y todas al Sistema de Educación Regular, lamentablemente esta no es clara, por eso la mayoría de los educadores buscan métodos y estrategias sin saber a ciencia cierta si éstas son las adecuadas, ya que las aplican más de manera intuitiva.
En muchas ocasiones, inclusión e integración son utilizados como conceptos iguales que comparten un mismo significado, sobre todo en el ámbito educativo; sin embargo, no son palabras sinónimas, puesto que cada una conlleva características que las hace diferentes.
La divergencia radica en que la inclusión valora la diferencia como una oportunidad de enriquecimiento de la sociedad basado en principios como la equidad, la cooperación y la solidaridad, en cambio en un sistema de integración se ve como una característica determinante para pertenecer a un distinto grupo, es decir, como a un subgrupo dentro del grupo grande.
El subsistema de formación docente debería convertirse en uno de los aspectos prioritarios de las políticas educativas, ya que ésta toca al conjunto del sistema educativo nacional y de él depende en gran medida el éxito o fracaso de las nuevas políticas a implementarse.
La concepción de que la transformación de la educación debe tomar en cuenta la participación activa de los docentes es un imperativo fundamental, pero sin olvidar el involucramiento de los otros actores vinculados con la educación en la toma de decisiones, tanto a nivel nacional como local.
La Educación Inclusiva no es un tema ajeno a los educadores de nuestro país, sin embargo, están conscientes de que se debe interiorizar más en esta temática por su importancia para la construcción de una sociedad equitativa.
Actualmente en Bolivia se logró incorporar a unas 20.000 personas con discapacidad en las escuelas y colegios de educación regular, cuando en el 2006 la cifra era de 6.000, pero no sólo se trata de integrar, ya que incluir contempla un trabajo más complejo, puesto que no sólo podemos citar a personas con discapacidad cuando se habla de Educación Inclusiva, ya que también existen otros grupos como las personas con dificultades de aprendizaje, talento extraordinario y población vulnerable que también deben ser tomadas en cuenta.
Actualmente, en el ámbito educativo ya no se propone integración sino inclusión, demostrando un adelanto cualitativo muy importante ya que, en resumen, se trata de avanzar hacia la construcción de una sociedad donde la diversidad sea reconocida en condiciones de igualdad.
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