Felicidades al Senasir, ¡pero falta todavía!

La pandemia, debido al coronavirus, trajo muchas muertes en Bolivia y en el mundo. Uno de los grupos etáreos (de edades) más afectados resultó ser el de la tercera edad (mayores de 60 años), debido a sus enfermedades de base (diabetes, presión alta, etc.).

Gracias a Dios, en Bolivia la tercera edad tomó mucha conciencia y no salió a las calles, donde se podía contagiar. La única razón por la que tenían que salir los mayores de 60 años de edad es para “cobrar sus rentas de vejez”. Es así que en este punto se debe “felicitar al Senasir” porque evitó que los de la tercera edad salgan de sus casas a cobrar sus rentas y puedan fallecer. Los de la tercera edad que decidieron cuidarse no salieron de sus viviendas y vieron también morir a muchos de sus compañeros que salieron a las calles, falleciendo debido al coronavirus. Recordemos que en Bolivia se tiene actualmente 9.000 fallecidos oficiales y seguramente 18.000 muertos, más los extraoficiales, debido al Covid-19.

Los rentistas cobraron 5 meses con “un permiso escrito para un familiar”, pero para el “cobro de los meses de septiembre, octubre y noviembre del 2020” se quitó el “permiso familiar”, poniendo en aprietos a los jubilados y a sus familias, por los trámites que se debería realizar y por los peligros para el jubilado que debe salir a la calle, poniendo en peligro su vida, sabiendo que en Bolivia no contamos con camas de “terapia intensiva suficientes” ni con personal para atender a los pacientes en coma. En Bolivia se habla mucho de la “prevención”, pero en este caso de los jubilados, en este enero de 2021 “se los envía a los mataderos, en los diferentes bancos”, debido al Covid-19.

Recordemos que muchos ancianos quedaron afectados psicológicamente al ver tanta muerte entre “sus compañeros”.

Es así que muchas familias pidieron a la ex presidente de Bolivia, Jeanine Áñez, que se mantenga “el permiso familiar siquiera por unos 3 meses más (hasta inicios de diciembre)”, hasta que el peligro del coronavirus pase totalmente, “pero no fueron escuchados”.

Ahora, en este enero 2021, se le insinúa al presidente Luis Arce Catacora que evite que los ancianitos jubilados pongan en peligro sus vidas, asistiendo a los bancos a cobrar su dinero para su supervivencia y ser “eliminados por la segunda ola del Covid-19”. Se puede salvar la vida de los ancianitos, poniendo en vigencia el “poder para un familiar”. Es ¡simple!, “prevenir antes que curar”.

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