Cuestionan confidencialidad de precios y estudios de Sputnik-V

Ante el hermetismo gubernamental por revelar el verdadero precio en que el Estado boliviano realiza la compra de vacunas de origen ruso para la lucha contra la pandemia del Covid-19, el Comité Nacional por la Defensa de la Democracia (Conade) reprochó esta actitud y señala que no puede haber confidencialidad en la compra de vacunas para la población boliviana.

Mediante un comunicado emitido por su comité ejecutivo en pleno, se cuestiona la actitud del vocero presidencial, quien en pasados días señaló que el precio de las vacunas es un secreto acordado por una cláusula en el contrato de compra.

Desde el ente defensor de la democracia se señala que el acceso a la información está garantizado por la Constitución Política del Estado, por lo que no puede existir reserva en los precios de los fármacos para el tratamiento del coronavirus adquiridos por el Estado, así como de los estudios de efectividad inmunológica. “El gobierno debe ser absolutamente transparente en cuanto al precio de compra, las características de la vacuna, su calidad y eficacia”.

También se cuestiona que se hayan pasado por alto los protocolos para la introducción de medicamentos al país, siendo que estos deben pasar por pruebas clínicas realizadas en el país y no en Rusia, argumentando una autorización de emergencia.

“En Bolivia hay protocolos para introducir medicamentos y vacunas, los mismos que deben ser respetados y más si se trata de productos para enfrentar un virus SARS- CoV-2 que está mutando, presenta nuevas cepas y no ha podido ser controlado hasta la fecha”, sostiene parte del pronunciamiento emitido por Conade.

Este manifiesto finaliza señalando que la promesa de inmunización de la población por parte del Gobierno no puede convertirse en un pretexto para vulnerar normas vigentes en el país, además de ocultar información con otro tipo de intenciones alejadas del ámbito sanitario. De esta forma, se adelanta que este tipo de actitudes no van a ser permitidas por la población. “Eso la población no lo va a permitir”, puntualiza.