Avance del Covid-19 ante carencias departamentales

Las camas de terapia intensiva (UTI) son insuficientes en La Paz y El Alto. Ramiro Narváez, Director Técnico del Sedes La Paz, expresó que se cuenta con 81 UTIS en todo el departamento. Poco antes dijo que eran 51. Esto es irrisorio para una población de más de dos millones de dichas ciudades. Las 81 camas incluirían el hospital de Clínicas, además del Sur y del Norte de El Alto. Esta ciudad está socorrida por varios nosocomios, como el Santiago Segundo (CNS), el Coreano y otros, reflejando una cobertura más amplia que la de nuestra urbe, lo cual es destacable. Al presente las disponibilidades intensivas de ambas urbes se encuentran saturadas, sino colapsadas, por la fuerte incidencia del rebrote del Covid-19.

La falta de información en que incurre el Sedes es patética a esta altura de la pandemia. En La Paz, escasamente, se conocen los datos centralizados del Ministerio de Salud. Menos aún el Sedes informa cuántos son los contagios en La Paz y en El Alto, respectivamente. Esta lamentable omisión no se da en todo el interior, donde sus Sedes hacen conocer el número de nuevos contagios en su capital y provincias, cada día puntualmente, además de todos los detalles importantes de la pandemia en sus distritos. Conocer el detalle permitiría a la población conducirse con los cuidados necesarios para preservar mejor su salud. Tampoco se nota mayor actividad sanitaria del Sedes LP en avituallamiento ni en distribución de medicamentos preventivos de la peste, labor que, asimismo, le compete a la Alcaldía Municipal, la que no supera su tranquilidad en la que descansa.

La Paz carece de los elementos indispensables para la terapia que nos ocupa. Es increíble que el Hospital de Clínicas de Miraflores, con todo su complejo, no disponga de una planta propia de oxígeno.

La alcaldía del Valle Alto de Cochabamba está estrenando una planta de oxígeno propia; felicitamos por ello a sus autoridades, mientras se torna vergonzante que la Sede de Gobierno no la tenga y dependa para oxígeno del interior. Otra cosa es que el Gobierno Central y los nuevos mandatarios disimulen sus omisiones en salud, descargando a las gobernaciones y alcaldías estas responsabilidades, aduciendo que la ley las atribuye a estos dos niveles.

En fin, La Paz, El Alto y las 20 provincias solamente cuentan con Inlasa como único laboratorio de pruebas (los hay en laboratorios privados, pero con muy altos costes), para toda clase de análisis clínicos a los que se suma la intensa demanda por la pandemia. Que sepamos nadie se inmuta ante la carencia de un recurso indispensable para saber el crecimiento de los contagios y poder prevenirlos. Cinco centros de aplicación de Antígeno (donado) es escaso para La Paz, por mucho que El Alto pudiese tener el mismo número. Quedan en el tintero muchas otras urgencias que se debe atender prontamente frente a un crecimiento cuantioso que el Covid-19 tornará desbordante por esta segunda ola.