Varias actividades perjudicadas
> Los ciudadanos que viven de la venta del día criticaron la actitud de los choferes, que solamente protegen sus intereses, sin tomar en cuenta el perjuicio masivo que provocan
Varias actividades económicas fueron afectadas por el paro de transporte, en particular el sector del comercio que no pudo realizar sus ventas con normalidad, en diferentes barrios. Asimismo, la población expresó su repudio ante la medida adoptada por los transportistas.
Esa actitud de los operadores del servicio público de minibuses, en la urbe alteña, en demanda de la ampliación del diferimiento de créditos, por seis meses más, provocó que muchas personas desde muy temprano tengan que caminar kilómetros de distancia para llegar hasta sus fuentes de trabajo.
A pesar de que fueron muy pocos los puntos de bloqueo que instalaron los choferes del transporte público, como el Faro Murillo, ingreso por Pasankeri, Ballivián, Autopista La Paz- El Alto, Extranca de Río Seco y el camino antiguo Naciones Unidas, el perjuicio que ocasionaron dio lugar a que la ciudadanía no esté de acuerdo con sus demandas, porque durante la pandemia del coronavirus tuvieron las flexibilizaciones que posibilitó trabajar casi con normalidad.
El transporte libre trabajó con normalidad, a pesar de los intentos de ser bloqueados por choferes de minibuses, este sector logró circular desde El Alto hacia la sede de Gobierno y viceversa, porque no acataron las disposiciones de la organización de los choferes sindicalizados.
“Nosotros también debemos a los bancos, pero si este día de paro no trabajamos no vamos a tener dinero para pagar nuestros créditos y menos para nuestras familias, así es que no podemos darnos el lujo de descansar, además es una actitud de los choferes del servicio público politizado”, señaló uno de los conductores de trufi.
Lamentablemente, muchos conductores que salieron a bloquear en los diferentes puntos de la urbe alteña como la extranca de Río Seco incumplieron las normas de bioseguridad como el uso del barbijo y el distanciamiento social, actitud que también fue criticada por la población, donde distribuidos en grupos, de 30 a 50 personas, provocaron los riesgos de un contagio masivo del Covid-19.
Otra de las actitudes que fue vista por la ciudadanía de a pie,es que durante la mañana de este bloqueo, algunos choferes de base que salieron a cumplir las órdenes de sus dirigentes, se dedicaron a tomar bebidas alcohólicas y esta actitud se vio con mayor incidencia en horas de la tarde, para lo cual recurrieron a algunas tiendas de barrio y adquirir dichos licores.
Un estricto control policial en los diferentes sectores de bloqueo logró que algunos malos choferes de minibuses intentaran impedir el paso de los vehículos del transporte libre y motorizados particulares, donde la Policía estuvo para realizar este control, lo que dio lugar a que este paro sea a medias y no con la contundencia esperada por sus dirigentes.
De la misma forma, muchos choferes del servicio público, también lograron trabajar dándose modos para eludir o burlar los bloqueos de sus compañeros, quienes señalaron que tienen la necesidad de trabajar, porque deben al banco.