Evo Trump o Donald Morales, los extremos se tocan

Sucedió lo impensable, intento de golpe de estado en la “democracia” más antigua. Violencia, como la vivida en nuestro país, cuando se resistió el prorroguismo de Morales, a fines del 2019.

Entre los dos intentos por seguir en el gobierno contra la voluntad mayoritaria, hay que reconocer que el de Morales fue más sutil, claro, la corrupción se da con mayor facilidad en nuestro medio. Así mientras Donald tuvo que alentar la violencia de sus seguidores, contra los legisladores norteamericanos, porque su vicepresidente se negó a anular los votos en su contra, en Bolivia el dictador frustrado dispuso que asambleístas, jueces y demás le habilitaran un derecho humano, éstos mostrando su poca honestidad y poca valía, acataron a pie juntillas lo dispuesto por el jefe.

Mientras en USA el Congreso defiende la institucionalidad democrática, en Bolivia los asambleístas defienden la pega, en la mayoría de los casos inmerecidamente ganada.

Donald sembró dudas sobre la corrección del proceso electoral e intentó desconocer sus resultados, quiso manipular el complejo sistema estadounidense. Buscó apoyo de la justicia para anular la victoria de Biden, fue inútil. Evo fue más cínico, directamente desconoció los resultados del referéndum que le negaban la re reelección, sin ruborizarse, cumpliendo eso de “le meto nomás”, olvidó su restaurante en el Chapare, calificó de mentiroso a quien no estaba de acuerdo con sus órdenes y se atrevió a llamar “día de la mentira” al del referéndum.

Los extremos se tocan, en dos países de América accedieron al gobierno hombres diferentes en muchas cosas, pero iguales en su angurria de poder, sin importar las mayorías ni las leyes que juraron defender.

Dividieron a su pueblo, nacionalistas radicales contra los demás en Estados Unidos; taras contra karas en Bolivia, símbolos sureños en el Norte, una dudosa whipala en estos lares.

A Trump terminará echándolo la institucionalidad, a Morales lo echaron las heroicas Pititas.

La democracia se corrompe, el irrespeto a la ley se generaliza y se hace carne, en individuos poco escrupulosos, el afán de sobrepasar los límites que las leyes fijan, solo por alcanzar sus propios objetivos.

En EEUU la democracia se recompondrá, la institucionalidad es fuerte, pero por sobre todo lo es la conciencia ciudadana mayoritaria, respetuosa del orden político y legal, con autoridades dispuestas a cumplir sus funciones, aun desafiando al poder. Aunque políticos ambiciosos lleven el sistema al límite, como hicieron Trump y Morales.

¿Qué pasará en Bolivia? la corrupción es grande, hasta en ámbitos ciudadanos. Un país en esas condiciones ¿podrá recuperar su sistema democrático? Urge implementar adecuados y firmes controles constitucionales, recuperar la institucionalidad y generar mecanismos eficaces que eviten el abuso del poder al que casi nos acostumbró Morales, para esto se necesita ciudadanos capaces de luchar contra los abusos.