Acuerdo positivo nuevo para el gas

Entre los años 2005-2015 los precios de las principales materias primas de exportación del país –en especial gas y estaño— registraron precios elevados como nunca se conoció en la vida del país. El petróleo, por ejemplo, subió de 20 a 150 dólares el barril y el estaño de 5 a 15 dólares la libra fina. Tan extraordinaria alza en las cotizaciones de esos productos significó ingresos para el Estado, de proporciones nunca antes conocidas. Es más, el gobierno que tuvo por entonces las riendas de la economía vivió años de bonanza y tiempos de vacas gordas.

Lamentablemente, esa bonanza entró en declive y al presente el precio del barril de petróleo cayó a un tercio de los años de prosperidad y lo mismo ocurrió con los precios del estaño. Como era lógico, el Estado boliviano empezó a sufrir una creciente crisis económica que fue definida como la del tiempo de las vacas flacas, que se mantiene inalterable, determinando, obviamente, dificultades para el aparato del Estado, destinado a manejar los recursos del país. Esos aspectos críticos podrían extenderse por muchos años.

Sin embargo, la actual administración estatal está haciendo algunas negociaciones de venta de gas a Brasil en condiciones que podían resolver, por lo menos en parte, los problemas que causan los bajones de los precios del gas. En efecto, hace pocos días YPFB y Petrobras firmaron un acuerdo para compra-venta de gas natural en condiciones no tan leoninas como las firmadas en otros tiempos y pueden merecer la evaluación favorable de la población.

Entre esos aspectos positivos se encuentra, en primer lugar, un precio más alto por millón de BTU de los montos de gas a ser entregados. Según YPFB esa cotización será 58,5 por ciento más que en otras oportunidades. En 2020 había sido fijado en solo 4.1000 dólares americanos por millón de BTU. Por otro lado, acuerda que la comercialización de gas natural se efectuará en períodos en que existe disponibilidad de volúmenes como resultado de la menor demanda del mercado de consumo de Argentina durante etapas de verano.

Un otro aspecto positivo es el que se refiere a los ingresos que obtendrá el país por el nuevo precio. Esos ingresos serán de 48,5 millones de dólares adicionales que irán en directo beneficio del Tesoro de la Nación, YPFB y las operadoras.

Se puede destacar que esos beneficios para el país se producirán en momentos en que la crisis internacional de hidrocarburos tiende a empeorar y podría producir nuevos derrumbes en las cotizaciones del gas. Por tanto, si bien no se puede esperar una nueva etapa de las vacas gordas para el pueblo boliviano, por lo menos se podrá tener un tiempo de relativa estabilidad. Todo depende de que los ingresos sirvan para el desarrollo del pueblo boliviano.