Las habitaciones de la familia ahora son UTIS y ¡ aguantArce!

Resistir, AguantArce y morir, es la política de Luis Arce, no asume que tiene la obligación de cumplir con la Constitución Política del Estado, cuyo Art. 37 establece: “El Estado tiene la obligación indeclinable de garantizar y sostener el derecho a la salud, que se constituye en una función suprema y primera responsabilidad financiera. Se priorizará la promoción de la salud y la prevención de las enfermedades”. AguantArce tiene vendados los ojos o hace caso omiso a que los familiares de los enfermos del Covid-19 están deambulando de hospital en hospital, sea público o privado, buscando ayuda para la atención a sus padres, hermanas, hermanos, parientes y muchos de ellos mueren en las puertas de los nosocomios, por falta de camas, UTIS, medicamentos y médicos.

Los médicos, al no poder atenderles en los hospitales porque están saturados, no hay camas disponibles, les dicen a los familiares que en sus casas deben realizar los cuidados a los enfermos del Covid-19, o sea, deben convertir una habitación en una Unidad de Terapia Intensiva. Para ello deben comprar tubos de oxígeno, los medicamentos que son muy escasos y con precios muy elevados, porque a las ¨clínicas privadas” nadie controla. Hubo denuncias sobre que cobran $us.30.000 como garantía para la internación de enfermos del letal virus y los que no tienen esa cantidad están muriendo en las calles.

La población boliviana está muriendo por falta de atención en los hospitales porque no hay médicos. Los médicos de la primera ola que ya tienen experiencia cumplieron sus contratos y hasta la fecha no se les recontrata. Muchos médicos están enfermos del letal virus, no encuentran camas ni siquiera en los hospitales de los asegurados, denuncian que les piden para internarse $us.10.000. Aun así no hay camas disponibles, los médicos mueren UNO por día por falta de medicamentos, ni siquiera en las farmacias existen. En Bolivia se reportó que diario recogen de las calles 3 muertos por el coronavirus y como en los cementerios no pueden o no quieren recibirlos, están enterrando clandestinamente, sin registro, por tanto, los fallecidos son muchos más de los que las autoridades informan.

De acuerdo con la OMS, debe haber 1.200 camas de UTIS para la población de 10.000.000 de habitantes, solo contamos con 250 camas y 450 UTIS en todo Bolivia, muchos no funcionan por falta de médicos intensivistas, los hospitales están colapsados, los cementerios subieron los entierros tres veces más de lo acostumbrado.

Las funerarias están colapsadas y están cobrando sumas muy elevadas por los féretros y sus servicios, su personal también fue contagiado por el virus, los cementerios ya no tienen espacio para recibir nuevos fallecidos por Covid-19, las familias están deambulado con sus parientes fallecidos en condiciones infrahumanas.

En su discurso, Luis Arce dijo que tiene tres planes: 1) Seguirá con la prevención con los insumos de detección temprana y antígena (ya existe la detección), no es nada nuevo. 2) Llegará 5.000.000 de vacunas hasta fin de mes, no dijo cuánto costará a las arcas del Estado, monto que debemos conocer porque es nuestro dinero. 3) Coordinar con las gobernaciones y alcaldías, haciendo recuerdo sus competencias (no aplican y no podrán hacerlo por falta de recursos), se mantiene la centralización y nada se dice sobre declarar alerta sanitaria por el crecimiento exponencial de positivos y fallecidos, especialmente en Santa Cruz, La Paz, Cochabamba y Chuquisaca.

Si hacemos una comparación, en junio de 2020, cuando se tenía un elevado índice de contagios y fallecidos por el Covid-19, a nivel nacional los positivos eran 76.789, hoy son 201.037, y los fallecidos eran 2.977, hoy 9.985.

Exigimos a Luis Arce que asuma su responsabilidad, no convierta las habitaciones del Soberano en UTIS, porque muchos solo tienen una habitación para vivir, construya hospitales, el presidente de El Salvador lo hizo en tres meses. Acelere la adquisición de medicamentos, contrate médicos intensivistas, demuestre que sabe gobernar y administrar el Estado boliviano, no MAS improvisación, no MAS muertes.

La autora es Abogada, ex Asambleísta Constituyente.