El Barcelona y el Granada protagonizaron este miércoles un partido espectacular, plagado de emociones, cambiante y que necesitó de la prórroga para definirse. El elenco catalán logró imponerse 5 a 3, tras haber estado 0-2 abajo en el marcador a falta de cinco minutos para el final, y consiguió una clasificación a las semifinales de la Copa del Rey que le da un respiro enorme a un conjunto que necesita tomar confianza.
El cuadro azulgrana salió al terreno de juego decidido a obtener el boleto a la siguiente llave y por eso desde el inicio presionó bien arriba, apostó por un juego vertical y acorraló a su adversario. Con Lionel Messi muy activo, cuyos principales socios fueron Jordi Alba por la izquierda, Trincao por la derecha y Pedri en el medio, los espacios no tardaron en aparecer y el arquero Aarón Escandell se transformó en figura.
La Pulga tuvo de tiro libre la más clara, pero el portero se lució mandando la pelota al tiro de esquina, y Ronald Araújo en un tiro de esquina también avisó con su cabezazo.
Sin embargo, el elenco de Ronald Koeman no pudo concretar y cuando parecía tener todo controlado sufrió un tanto. Pasada la media hora, el Barcelona realizó una mala salida y sucumbió ante la presión del Granada que forzó el error de Samuel Umtiti en la línea de fondo. Esa acción le permitió al local y volver a meter la pelota al área para que Robert Kenedy la empuje y festeje el 1 a 0.
A los dos minutos del complemento el Barcelona, que había adelantado todas sus líneas, quedó mal parado atrás y un pase largo de Ángel Montoro dejó a Roberto Soldado mano a mano con Marc-André Ter Stegen. El español no perdonó y estableció el 2 a 0.
El cuadro azulgrana se desmoronó anímicamente y abandonó todo intento de ataque, hasta que el técnico mandó a la cancha a Ousmane Dembelé, Martin Braithwaite y Riqui Puig, en lugar de Umtiti, Busquets y Trincao. Con Messi como cerebro, el conjunto visitante empezó a generar situaciones pero la mala fortuna y las atajadas de Escandell le jugaron en contra.
Cuando todo parecía definido y el Barcelona había estrellado tres tiros en los palos, La Pulga le dio un pase alto perfecto a Griezmann, quien por la izquierda del ataque definió como pudo y casi sin ángulo en el área. La pelota pegó en el pie izquierdo del arquero, en el palo, nuevamente en el arquero y se metió para darle vida a su equipo a los 87 minutos.
En el tiempo de descuento, Messi apostó por la misma fórmula y esta vez el francés logró meter el esférico al medio del área para que Jordi Alba aparezca como centrodelantero y de cabeza estampe el 2 a 2. Con el empate, la definición se estiró hasta la prórroga.
En el alargue, el Barcelona mantuvo esa postura ofensiva y ambiciosa que le permitió el empate y a los 9 minutos gritó el 3 a 2. Con ataque por ambos lados y asfixiando al adversario, la pelota llegó a la banda izquierda donde apareció Jordi Alba, que lanzó un centro perfecto para que Griezmann gane en lo alto y festeje el 3 a 2.
Cuando parecía que ahora sí el conjunto de Koeman podía disfrutar, el Granada creó un contragolpe por izquierda que acabó con Sergiño Dest cometiendo un penal que Federico Vico cambió por gol para el 3 a 3.
En el segundo tiempo de la prórroga, Messi juntó varias marcas y se animó a patear de derecha, pese a no haber estado bien afirmado y su remate fue rechazador por el arquero. El rebote, demasiado largo, fue capturado por De Jong, quien sin problemas tocó el balón a gol y marcó el 4 a 3.
Poco después llegó el quinto, cuando Griezmann, con la cara externa del pie derecho asistió a Alba para que el lateral, de primera, fulmine el arco del Granada y liquide el encuentro con el 5 a 3 en el marcador. Con esta victoria vital, el Barcelona se clasificó a la semifinal de la Copa del Rey en donde ya están Levante y Sevilla. El jueves, Betis y Athletic Bilbao definen al último clasificado.