Entre pandemias y pandemonios

A riesgo de parecer intrascendente la renuncia del Dr. Waldo Albarracín a su candidatura a la Alcaldía de La Paz por la alianza “Unidos por La Paz”, a solo un mes de haberla oficializado, y tras obtener un nada despreciable 16,2% de la intención de voto que le da la encuesta Ciesmori, ubicándolo en el tercer lugar de la preferencia ciudadana, creemos que dicha decisión obedece más a cumplir su palabra dada, de renunciar a la postulación y evitar la dispersión del voto, de repetirse la trillada maniobra del “caballo del corregidor”, que ahora expone el dudoso sondeo de opinión, más que a los motivos expuestos por él mismo, como: “las circunstancias de luto y emergencia que vive nuestro abatido pueblo”.

Sea como fuere, dicha actitud no deja de ser plausible especialmente ante el triste, como bochornoso proceder de ciertos candidatos que tuvieron la oportunidad de optar por esa misma honrosa salida en las recientemente pasadas elecciones presidenciales, donde su angurria y escaso tino político nos volvió a empujar al despeñadero de la discrecionalidad y la oclocracia. Por el contrario, muchos de ellos optaron por ceñirse a la cómoda máxima maquiavélica que reza: “Uno está obligado a cumplir con la palabra empeñada, en tanto y cuanto las circunstancias en que ésta fue dada no hayan variado,” ...

De no saber interpretar los términos de la renuncia del ex rector, es posible que los bolivianos tengamos que lamentar amargamente esa decisión, ya que antes que una simple dimisión, se trata de una grave denuncia, de ser víctima de una guerra sucia de parte de los gobernantes que buscan promover “a como dé lugar” acciones penales en su contra, para viabilizar su encarcelamiento, mientras que a los pirómanos que incendiaron su casa los exime de responsabilidad penal, al disponer la liberación de uno de los pocos y últimos detenidos.

La espantosa crisis de liderazgo que está sufriendo nuestro país nos lleva a esta cantidad de campañas electorales que tienen como único objetivo perennizar en el poder a ese “instrumento” creado por los resabios del Foro de Sao Paulo, ahora rebautizado como el Foro de Puebla, utilizando las mismas maniobras que los conduzcan al poder, con fraude y coerción de por medio. Baste ver lo que irá a ocurrir en las elecciones ecuatorianas de este domingo próximo, donde cada vez se suman más candidatos, al punto de que en algún momento superarán al número de votantes.

En lo que a los bolivianos nos compete, hagamos votos por que las nuevas generaciones de relevo tomen la posta y a través de ellas podamos asistir al resurgimiento de nuestra amada república, como el Ave Fénix lo hizo de sus cenizas. Especialmente en estos aciagos momentos, cuando el destino nos viene situando entre pandemias y pandemonios.