Conflicto por promulgación de ley
> El conflicto por la Ley de Emergencia Sanitaria surge cuando el país sufre la segunda ola de la pandemia del Covid-19, que ya causó la muerte de bolivianos
Ante la amenaza de un paro médico general indefinido en rechazo a la Ley de Emergencia Sanitaria, la Iglesia Católica exhortó a las autoridades de Gobierno y al sector de salud, a superar diferencias y tomar de común acuerdo medidas sanitarias que contrarresten el rebrote de la pandemia y de esa manera puedan salvar la vida de tantas personas afectadas por coronavirus.
El arzobispo de Santa Cruz, monseñor Sergio Gualberti, durante su homilía dominical, invocó el mensaje del papa Francisco señalando que la enfermedad siempre tiene el rostro de cada enfermo y enferma, y también de quienes se sienten ignorados y excluidos, víctimas de injusticias sociales a quienes se les niega sus derechos fundamentales.
Sostuvo que la pandemia actual ha sacado a luz numerosas insuficiencias de los sistemas sanitarios y carencias en la atención de las personas enfermas, que depende de las decisiones políticas de quienes ocupan cargos de responsabilidad pública.
Los médicos advirtieron que irán a una movilización nacional si acaso el presidente Luis Arce promulga cualquier momento la Ley de Emergencia Sanitaria que es observada por el sector salud por entender que afecta a sus derechos laborales y de protesta, en franca vulneración de la Constitución Política del Estado.
Gualberti recordó que invertir recursos en el cuidado y la atención de las personas enfermas es una situación de prioridad porque, tal como lo ha definido el papa Francisco, la salud es un bien común primario de la humanidad.
En ese marco, la iglesia llevó a cabo ayer la jornada de oración por “La fraternidad humana por la paz mundial y la convivencia común” y expresa su adhesión al “Día Internacional de la Fraternidad Humana”, declarada por las Naciones Unidas el 4 de febrero desde el año 2019.
Hizo votos para que, en homenaje a estos acontecimientos, la actitud de las personas se refleje en acciones permanentes y concretas para que hagan realidad su contenido y provoquen cambios estructurales en el actual sistema económico y político, reportó Erbol.
Sostuvo que el “Día Internacional de la Fraternidad Humana” es un llamado a la reconciliación entre todos, creyentes, no creyentes y personas de buena voluntad, para promover juntos la cultura de diálogo y del encuentro como camino, la colaboración común como conducta y el conocimiento recíproco como método y criterio, reconociendo a las personas iguales en dignidad, derechos y deberes.