Engaño a nuestro pueblo

Para las elecciones de 18.10.2020, los opositores al masismo o evismo, es decir sus asesores, jefes de campaña, politólogos, genios en estadísticas, algunos medios de comunicación, callahuayas y otros, pronosticaban una diferencia no mayor al 10% entre el primer y el segundo contendiente. Además, decían que el 70% de la población rechazaba el retorno de los azules, quienes ganaron las elecciones con una diferencia del 20% en relación con el inmediato opositor, en consecuencia, los pronósticos de los “adivinos” se fueron al tacho, para luego fugar con “platita” mal habida.

Los resultados finales han dejado atónico al pueblo boliviano, excepto a la dupla ganadora y su “patrocinador”, a sabiendas de donde salieron los votos para ganar la contienda y ascender al poder.

La explicación del resultado no es compleja. Se sabe que en 20 de las 112 provincias (municipios), sus pobladores, campesinos e indígenas, han votado por encima del 95% a favor del MAS, arrojando un total de 400.000 votos, suficientes para hacerse del poder. Esos pobladores, en su mayoría habitan en lugares recónditos de Potosí, Oruro, Chuquisaca y Tarija, estos ciudadanos siempre han vivido olvidados por los gobernantes de turno. (LR 25.10.2020).

A nivel mundial hay 11 delitos electorales, uno de ellos es la “Corrupción al sufragante”, actividad que se practica en los gobiernos populistas del Siglo XXI, con el apoyo de importantes cárteles de la droga internacional. Entonces infiero que 100 $US por cada voto mencionado resultan 40 millones de $US, que para la mafia organizada poco significa, porque la droga que sale cada mes de nuestro país con “franquicia cero”, bordea los 500 millones de $US. Los azules saben que esa exención debe ser autorizada y cumplida por el gobierno en ejercicio, bajo la supervisión del cártel del Chapare. Otras actividades delictivas también se las realiza con la mafia China.

Entonces y gracias a la necedad e incapacidad de una treintena de “políticos” fracasados y anticuados, dizque opositores, el 8.11.2020 nuestro pueblo victimado tuvo que presenciar el retorno de los azules, comandados por un “mago” de las Finanzas, actor intelectual del mayor saqueo al pueblo boliviano por alrededor de 6.000 millones de $US, acompañado de un sumiso ex “Canciller” boliviano, quien piensa que la paz y la prosperidad mundial brotarán de la pachamama. Los acompañan zombis senadores, diputados y ministros, con alta dosis de ignorancia, sin personalidad ni opinión propia. A todos ellos “les ha dicho” que el hermano Lucho conseguirá “platita” para las vacunas y otros gustitos, de donde sea y cuanto sea, para que todos ellos vivan contentos sin el fantasma de Jeanine. En concreto, es una armonía plena entre corruptos.

A pocos días del Gobierno, por “los dólares” que les asiste, aparecen el jefe del cartel, ex gobernador y compinches prófugos y escondidos, quienes se atrincheran en el trópico cochabambino, con el fin de instruir, controlar y aprobar todos los actos de Lucho, David y el evismo, tarea por demás asegurada con el concurso de mercenarios y terroristas de nivel mundial.

Transcurridos 90 días del nuevo gobierno, el refrán “Lo que no se sana, se repite”, es muy claro, en nuestro país no se sanará la pobreza, economía, corrupción, injusticia, salud, educación, engaño, estupidez y otras cosas. De muestra un botón; el Viceministro de Comercio exterior, de apellido Blanco, declara “Al luchito le llama diariamente el señor Xi Jinping. Presidente de la China, que se comprometió a enviarle 15 millones de vacunas para el Covid y que nuestros problemas económicos serán resueltos a la brevedad posible…”. Patético, el Sr. Guarachi dice que “la COB se hará cargo de la educación virtual y junto al Luchito, entregarán millones de laptops a docentes y estudiantes de nivel escolar y superior, en todo el Estado Plurinacional”. ¿Hasta qué punto el ciudadano boliviano puede creer semejantes necedades?

Lo preocupante y tedioso para el pueblo boliviano se avecina con las próximas elecciones subnacionales, pues oficialistas y opositores patrocinan a candidatos extraídos de un circo de baja categoría. Todos estos “selectos” ciudadanos pareciera que viven en otro planeta y tratan de engañarse y mentir en competencia, sobre todos los problemas que son de conocimiento global.

Lo peligroso es el trabajo silencioso y encubierto que realizan el capo, sus incondicionales y estrategas guerrilleros y sicarios, nacionales y foráneos, quienes, con mucho dinero en las mochilas, están trabajando para ganar la mayoría de las gobernaciones y las alcaldías más importantes, creen que será “la reconquista constitucional de la Democracia”. Sin duda, esta acción será aprobada por el Sr. Lanchipa y su Órgano Legislativo y Tribunal Constitucional Plurinacional…

Mientras, un pueblo estoico sufre por la pandemia de la Covid-19 y la epidemia de la corrupción global, instalada en Bolivia hace 15 años. Dios se apiade de nuestra Nación.

Alejandro Mallea Morales es docente universitario.