Nito Veiga lo dirigió en los días encantadores de aquel Argentinos que peleó el título con Oscar Dertycia como goleador. Señaló en esos tiempos: “Si Chocolatín tuviera la camiseta de Argentina o de Brasil, valdría millones de dólares”. En Platense, Pablo Lavarra -hincha y seguidor- señala ahora: “Su fútbol era un deleite, un lujo que nos dimos en Vicente López”. Oscar Barnade -periodista e historiador- contó en esta redacción que Castillo era hasta que decidió irse “el mayor ídolo del fútbol de su país”.una mult