Rol del maestro en tiempo de pandemia

La pasada gestión fue un año sin clases presenciales y con el futuro incierto por causa de esta pandemia. Todo el sistema educativo en Bolivia se paralizó, ahora se busca estrategias y formas de seguir adelante, pero para proseguir debemos afrontar esta crisis educativa y ahí se viene el primer problema, el riesgo de contagios masivos.

Después de la experiencia del año 2020, se ha podido evidenciar que existe una brecha digital, la misma que puede ser reducida con la capacitación al personal educativo, a los estudiantes y, por supuesto, a los mismos padres y madres de familia. A esto se suma la carencia de un plan de contingencia adecuado. Debemos estar conscientes de que la enseñanza virtual llegó para quedarse por mucho tiempo.

Esta pandemia ha transformado radicalmente los contextos de enseñanza, no solo por el uso de plataformas digitales, sino también porque existen aprendizajes y competencias que cobran mayor relevancia en el actual contexto. En la actualidad, los maestros han sido actores fundamentales en la respuesta a la pandemia, debiendo atender una serie de demandas emergentes, por lo que se ha tenido que replantear, replanificar y adaptar los procesos educativos, como el ajuste de la metodología, el diseño de materiales, la diversificación de medios, formatos y, por supuesto, la elección y el uso de las plataformas adecuadas.

Los maestros necesitaban de orientación sobre temas digitales para hacer exploración, adquirir conocimientos y apropiarse del uso. Esta pandemia no les dio tiempo a los estudiantes y peor a los padres y madres de familia, a pesar del rebrote los maestros seguirán con la utilización de las distintas plataformas virtuales, pero hay lugares donde no tenemos conectividad, los niños no cuentan con internet. La fibra óptica sólo llega a las ciudades, a esto se suman los costos de los proveedores de la señal. En resumen, todos saltamos al espacio digital presionados por la cuarentena, con escasas habilidades digitales, con autoridades que desconocían absolutamente la educación digital y que creyeron que empresas multinacionales les podían resolver el problema.