Silvia Edely Ríos Alí
Desde 2019 la pandemia de Covid-19 ha cubierto rápidamente el planeta, propagando el sufrimiento de millones de personas y poniendo en crisis la economía mundial. Hasta en países con tecnología de punta, buena infraestructura de salud, población educada y respetuosa a sus autoridades se propagó el virus inconteniblemente.
En otros países para atenuar la propagación del Covid-19 fueron tomadas medidas como: toques de queda, cuarentenas rígidas. A Bolivia el coronavirus llegó en marzo de 2020 y para controlar esta enfermedad, el gobierno de Jeanine Áñez decretó cuarentenas rígida y dinámica. Y para que la población se quede en sus casas dio bonos, que beneficiaron a millones de familias bolivianas; rebajas de tarifas de agua y luz, no pago de créditos bancarios. Con estas medidas el gobierno de Áñez controló mejor la pandemia, con la colaboración de policías y militares. Datos internacionales muestran que, en salud, Bolivia (con menores índices de contagios) ha tenido un desempeño mejor que el de otros países.
Esta política debería continuarla el gobierno de Luis Arce: seguir pagando otros bonos, controlar con policías y militares para evitar la propagación del virus, coordinar con los epidemiólogos.
El Ministro de Salud dijo que, sin la participación protagónica del pueblo boliviano, vamos a estar destinados al fracaso, sin la conciencia de todos y cada uno de nosotros. Pocos hacen caso. El Ministro de Educación hizo un encuentro pedagógico para iniciar las clases escolares sin la participación de los epidemiólogos.
El presidente Arce pide a la población aguantar y resistir con mensajes preventivos, incentivando el uso medicinas naturales contra el Covid-19 por radio y TV. Resultado: un promedio de 2 mil infectados por día. Los médicos se declaran en emergencia y exigen una cuarentena estricta para frenar los contagios.
Si el presidente Arce no toma medidas como el gobierno de Jeanine Áñez, para controlar el Covid-19, la situación sería catastrófica: Al colapsar los hospitales muchas personas morirían en las calles, otras siguieran contagiándose pese a las vacunas. Los pobres morirán más, porque en los hospitales los costos de atención por coronavirus son aproximadamente de Bs 10 mil por día. El gobierno ha dictado normas para las clínicas privadas, para que cobren Bs 3 mil por día, que sigue siendo caro, si el salario nacional es de Bs 2 mil al mes.
Los médicos anunciaron paros de protesta si el Gobierno central no cumple con la dotación de 1.000 ítems para el sector y la aplicación de una cuarentena estricta para evitar más contagios.
En cuanto a los focos de contagio del coronavirus: el 44% es en el transporte público, donde muchos pasajeros no usan barbijos, viajan en los asientos sin distanciamiento social. Los microbuses viajan con exceso de pasajeros. Los minibuses no tienen ventanas abiertas. Los transportistas sacan provecho, mientras el pueblo se quedó sin empleos ni dinero.
El 28% de contagios se debe a la venta de comidas callejeras, la población come en las calles sacándose los barbijos, tosen al descubierto. El 16% de casos ocurre en las ferias callejeras, por grandes aglomeraciones.
El 7% es en los eventos sociales, donde consumen bebidas alcohólicas del mismo vaso, sin distanciamiento social. El 4% es en campañas electorales.
El secretario del Sindicato de Ramas Medicas Afines de La Paz, Fernando Romero, dijo que el Gobierno debe entender que no podemos mantener esa política contra el coronavirus. Tiene que determinar una cuarentena rígida. Que entienda que el sector público tiene médicos muertos, otros enfermos, no envía más personal de reemplazo y eso nos obliga a cerrar unidades.
El presidente del Colegio de Médicos de Santa Cruz, Wilfredo Anzoátegui, dijo que, si bien la vacuna es una solución a la crisis sanitaria, esta inmunización tardará unos meses y, mientras tanto, se debe implementar una cuarentena rígida para evitar más contagios y muertes.
De aquí a dos meses estaremos muertos. De qué solución habla el señor presidente, no tenemos el equipamiento necesario para aguantar una ola con la que estamos viviendo. En dos meses más el señor presidente no tendrá a quién gobernar, va a gobernar muertos, hay que tomar medidas y una de esas es la cuarentena, dijo Anzoátegui.
Las vacunas todavía están en etapa de experimentación. No hay vacunas científicamente certificadas. Alemania recomendó que todavía no se puede vacunar a personas mayores.
En síntesis, sería catastrófico si no se controla el Covid-19 como lo hizo el gobierno de Jeanine Áñez. El presidente Arce debería tomar medidas urgentes para proteger a la población del coronavirus, con la participación de policías y militares, antes que sea muy tarde. Que Dios salve a Bolivia.
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