La rebelión de los jueces

Como en varios afanes emprendidos por el gobierno de 2021, queda al descubierto que la "reforma judicial" buscada por el Ejecutivo, ¡no tiene ideas! La tónica ofrecida por don Iván Lima con la asistencia de "consejos", de "comisiones" -tan igual que los 11 asesores por cada magistrado- ha resultado peor que un cornetazo en medio de una bella Orquesta Sinfónica. Se ha hecho saltar la banca, todo mejor oportunamente. Porque la "reforma" se reduce a una probable reducción de salarios para los jueces de la República, concretada entre tecnócratas mediante acuerdo y que puede dar lugar a situaciones de hecho y de derecho.

¡ATENCIÓN!

Y vale subrayar, así sea en pocas palabras, que los jueces –en la cosa de todos- tienen la gran labor de AFIANZAR la justicia. Un logro que está en la Constitución y es un presupuesto incuestionable de nuestro Estado de Derecho. En este sentido, Bolivia no aprecia el populismo, la demagogia y el narcisismo; dado que es el Soberano --el Pueblo-- quien da y tiene los valores fundacionales de la dignidad humana, de la libertad y de la democracia, la igualdad, el Estado de derecho y el respeto a los Derechos del Hombre. Para este efecto singular, el Poder Judicial obra como un "poder de control" de todos los actos del Estado, reprime los desbordes institucionales y rectifica el rumbo de la Comunidad Nacional. Así y de esta manera actuó la Sala Constitucional de nuestra Señora de La Paz, en fecha 18 de agosto de 2020. (Revisar y Estudiar dicho fallo ilustre que honra a la Judicatura).

LAS FUNDADAS RAZONES

En una brillante reacción los jueces y magistrados de Bolivia han sostenido: "que la peor forma de encarar la reforma judicial es la reducción de sus salarios"(1). En efecto, esos vencimientos son el resultado de un Estatuto de la Magistratura que se debe SABER y no de una "meritocracia" buscada en las calles. Consiguientemente, y a mayor concisión, vale insistir en la independencia judicial que enseña el Dr. Roberto Dromi, eximio profesor de la Universidad de Buenos Aires-Argentina, el gobierno "debe predicar como necesario la irreductibilidad remunerativa. La consagración constitucional de la irreductibilidad remunerativa asegura la independencia judicial respecto del legislativo que por vía presupuestaria podría alterar la compensación" (2).

Empero, qué representa este mamotreto... ¿Qué algunos jefes administrativos nombrados a dedo ganan más que un Juez que ingresa por convocatoria? ¿De qué pequeña canción escolar trata la demagogia practicada?

Lo malo de todo está en las "reformas" practicadas siempre por los Poderes Políticos (órganos extrajudiciales, el Parlamento, el Ejecutivo), quienes sustraen y cercenan las competencias del Judicial, ayer con la Ley del Notariado, ahora con las actuaciones de Registros Reales y la fabricación de acuerdos y normas sin contenido sociológico.

Entonces, si se quiere hacer algo en beneficio de los principios fundacionales, hay que actuar con probidad. Es hora de reestablecer la INDEPENDENCIA de la justicia en relación con los poderes políticos. En este sentido, por lo menos, el Consejo de la Magistratura debería ser democratizado con la integración de un Representante del Poder Judicial, otro del Colegio Nacional de Abogados; otro del Sistema Nacional de Universidades y --como tanto le interesa meter la mano al Ejecutivo-- podría ir otro representante de los Poderes Políticos, de una terna elevada SIEMPRE por los propios componentes del Poder Judicial. Que así no se tendría elecciones sin ninguna vitalidad social, rechazadas por Bolivia entera. Más y luego, para mejorar el rendimiento de los jueces, ya hemos adelantado el Sistema Procesal Común. Y para saber quién es un magistrado de verdad en 30 años de ejercicio profesional en la misma especialidad, ya ofreceremos las ideas conducentes.

NOTAS

1.- Correo del Sur: Jueces advierten con acciones de hecho y de derecho si se consolida la rebaja de sus salarios. Sucre 2 de febrero de 2021. Pág, 1.

2.- Dromi Roberto: El Poder Judicial. Ediciones Ciudad Argentina 1996.Pág. 40.