De la mano de Nery Quintana, el golero cruceño aspira a recuperar el nivel futbolístico.
Romel Quiñonez Suárez se acercó una vez más al entrenador de arqueros Nery Quintana, quien es como un segundo padre, y decidieron llevar adelante un plan riguroso de entrenamiento que le permita volver -en el plazo no mayor a 50 días- el mejor arquero del fútbol nacional. Quiñonez estaba en la lista para reforzar a Blooming, pero el entrenador Eduardo Villegas no le vio bien de peso, razón por la que se desistió de contratarlo. En esa oportunidad, Villegas dijo que “Romel debe decidir qué es lo que quiere ser, cuál es el camino que quiere recorrer”. Y, Quiñonez decidió volver a los primeros planos del fútbol nacional. “Caramba amigo, él solo tiene 28 años, Dios mio, cómo no le voy a ayudar, si conozco su talento, se lo que puede dar, hasta donde puede llegar. Por eso he pedido un plazo de 50 días, ponle dos meses para que Romel Quiñonez vuelva a ser el número uno del fútbol boliviano, tiene todas las condiciones para ello”, dijo el entrenador de arqueros, quien tiene bastante actividad con los diversos cursos que lleva adelamte en todo el país. “Por este motivo no coincidíamos fechas con Romel, siempre estaba viajando, en el interior, hasta que finalmente coincidimos, nos vimos, y ahora desde este miércoles vamos a realizar un trabajo sacrificado, pero concientes de que se puede lograr”, agregó el entrenador. Quintana y Quiñonez coincidieron en Bolívar, en el año 2011, él como entrenador de arqueros, y el futbolista como cuiadapalos de la Sub 19. “Esa vez logramos ponerlo en buenas condiciones y hacerlo como el mejor arquero del fútbol boliviano, llegó hasta a la Copa América como arquero titular, esa vez lo quería el Pachuca de México, me iba a ir con él a México, no se pudo, ahora tenemos otro reto, y creo que lo vamos a lograr sin mayores problemas”, agregó el entrenador, también conocido como “el loco” Quintana, porque transmite sus sesiones con el trabajo como entrenador de goleros en las redes sociales y en Facebook, lanzando arengas en inglés, tomando en cuenta la estadía que tuvo Quintana en el país del norte, donde forjó su carrera.
“Yo con Romel tenemos una buena relación, como de padre a hijo, él confía en mi trabajo, yo en él, ya en una anterior oportunidad, logramos bajar al menos 11 kilos para que pueda jugar con Oriente Petrolero. Ahora, el desafío es mayor, hay que rebajar por lo menos unos 18 kilos, pero sabemos que con el sacrificio del jugador, no solo en el trabajo sino también en la alimentación también, lo logrará, tiene sobradas condiciones, sabemos que lo puede hacer”, remarcó el entrenador Quintana. Desde hoy, con el apoyo de un grupo multidisciplinario con un nutricionista incluido, se trabajará en doble turno con Quiñonez, en un predio deportivo de propiedad del golero, quien ha llegado con ganas de trabajar mucho y recuperar lo que perdió. “Es un buen amigo, se que lo vamos a lograr, Romel cuando se propone lo puede lograr, eso pasó anteriormente, y ahora por qué no lo vamos a poder hacer”, concluyó.
28 años tiene Romel Javier Quiñonez Suárez, natural de San José de Chiquitos y con fecha de nacimiento 25 de junio de 1992.