Potosí vista por el viajero francés P. J. B. Vasseur en 1827

Durante los primeros años de la República de Bolivia, diversos viajeros ingleses y franceses testimoniaron a través de relatos y memorias de viaje su visión sobre Potosí. Entre los principales textos publicados podemos citar: Joseph Andrews, ‘Viaje de Buenos Aires a Potosí y Arica en 1825 y 1826’; Anthony Zachariah Helms, ‘Travels from Buenos Ayres, by Potosí, to Lima’; Edmundo Temple, ‘Travels in various parts of Perú’ y P. J. B. Vasseur, ‘Relation d›un voyage d’Arica à Potosí par le Despoblado, accompagnée d’une noticie sur cette dernière ville, et communiquée par M. Ricot’, entre otros.

Sobre este último viajero se desconoce casi todos los datos biográficos. Su recorrido inició el 18 de noviembre de 1826, en el puerto de Arica. Hay que subrayar que el informe de Vasseur brinda información geográfica detallada de cada lugar que visitó y se puede hallar en el mismo “algunas observaciones de orden arqueológico”, escribió el historiador francés Pascal Riviale. De esta manera, el citado explorador puntualizó su recorrido por las poblaciones de Boca Negra, Los Cardones y Chapiquina.

Su ingresó a nuestro país lo realizó por Tambo Quemado, luego se dirigió a la población de Cosapa y atravesó el río Turco, donde observó y visitó una pequeña necrópolis con chullpas. Posteriormente, recorrió Pasto de Mullipungo y arribó a la población de Andamarca. Para inicios de diciembre Vasseur, se encontraba en Catariri.

Luego atravesó las poblaciones de Orinoca, Pampa Ullagas, Poster Río, Ventilla del Marques, el valle de Llapa, pascana de Tollosi, la montaña de Chasqui, el poblado de Condoriri hasta llegar a la ciudad de Potosí, entre el 7 y 8 del citado mes. Sobre la distancia recorrida, Vasseur calculó 170 leguas.

Entre sus primeras observaciones que realizó de la Villa Imperial, puntualizó: “la población de Potosí, según el censo de 1826, es de 11.200 almas; ella era, hace unos 30 años 52.000. Que juzgamos por el de los estragos de la guerra, que fue la única causa de la disminución de la población y la ruina casi total de esta triste ciudad que, en Europa, goza por su riqueza, tan gran reputación entre los que sólo conocen la historia antigua. Los inmensos tesoros extraídos de sus minas han disminuido considerablemente su riqueza; a pesar de esto, todavía contienen mucho; pero el trabajo está casi abandonado por falta de dinero y hombres... (Traducción J. P.)”. Esta aclaración coincide con el análisis de la minería de Joseph B. Pentland que fue parte de su clásico estudio intitulado: ‘Informe sobre Bolivia 1826’.

Testigo de la ceremonia que se efectuó del segundo aniversario de la Batalla de Ayacucho, Vasseur la describe y resalta la manufactura nativa: “vi una cadena de acero y un sello de reloj muy bonito, hecho por un indio, con un punzón de grabador; había imitado a la perfección el modelo que le habían dado y que venía de Francia… (Traducción J. P.)”. Por último, nuestro explorador concluye su informe el 20 de enero de 1827.

Muchos años después, el diplomático francés Claudio Justo Enrique Buchet Martigny, elaborará el informe titulado: ‘Noticia sobre la Villa y la montaña argentífera de Potosí, 1836’.

A modo de conclusión, a través de la presente nota damos a conocer un interesante documento poco conocido, escrito por el viajero P. J. B. Vasseur y publicado en el Bulletin de la Société de Géographie en 1828, casi olvidado por la historiografía oficial.