El “Pelusa” debutó en el seleccionado argentino, ante Hungría. La “Bombonera” coreó “Maradoooo...Maradooo...”
Esa tarde en la Bombonera me pareció que aquel ángel esbelto, enrulado y puro sería inmortal. Todo lo ocurrido ese domingo 27 de febrero de 1977 fue bello; hasta la lluvia vertical del crepúsculo que terminó siendo un alivio para la multitud pegajosa y abrumada por la pesadez del aire.
La selección nacional es el rostro de la gente después de los partidos. Y aquel equipo que se preparaba para el Mundial 78′ despertaba satisfacción, admiración y sonrisas en las calles del desfile en el retorno a casa.
Pero aquella tarde, casi noche, ocurrió algo sin precedentes en la historia del seleccionado pues un sonido creciente comenzó a bajar con fuerza desde las tribunas sin resquicios del estadio de Boca. Fue cuando la multitud se hizo coro dejando caer en la silaba tónica su incipiente himno de amor: “¡Mara-dooó-na..!!!, Mara-doó-na…!!!”. El partido estaba 5 a 0 contra Hungría –terminó 5 a1– con dos goles de Luque y tres de Bertoni. ¿Y por quién pedían las tribunas y las plateas faltando 20 minutos para terminar el partido?: pedían por un chico que tenía 16 años y 4 meses, un jugador de Argentinos Juniors que había debutado en la primera cuatro meses antes. ¿En ese equipo de cracks pedían por un chico de la Juvenil a quien Menotti lo había citado por primera vez para entrenar con los grandes? Pero, ¿no es que estaban en la cancha Gatti; Tarantini , Olguin, Killer, Carrascosa; Ardiles, Gallego, Villa; Houseman, Luque y Bertoni? ¿Y de dónde los hinchas de todos los clubes sabían sobre la existencia de este pibe como para corear su nombre? Es que ese gorrión de negro y largo cabello enrulado no era un pibe, era un dios… En aquel debut, Diego había tocado 16 veces el balón en 25′. Fueron 8 pases muy bien jugados, 7 resultaron imprecisos y le hicieron un foul algo violento. Mientras transcurría marzo del 2000 y las noches de La Habana nos envolvían con su acariciante brisa tropical, Maradona me recordaba todos los detalles de aquel día. Obviamente se acordaba de todo con minuciosidad. Tal testimonio emocionado era para volcarlo en lo que luego sería “Yo soy el Diego de la gente”, su único libro oficial biográfico.
DIEGO CONSUMÍA ALCOHOL Y MARIHUANA ANTES DE SU OPERACIÓN
Este sábado se conoció la declaración que dieron Gianinna y Jana Maradona, dos de las hijas de Diego Maradona, fallecido en noviembre del año pasado, tras su citación en la Fiscalía. “Fue una declaración muy jugosa que nos permite entender los últimos días de Maradona”, declaró en las puertas de la Fiscalía General de San Isidro Rodolfo Baqué, defensor de una enfermera, uno de los siete profesionales investigados por el deceso del ‘10’, presente durante el testimonio. Según se supo, las dos hijas afirmaron que cuando su padre vivió en un country de Brandsen, antes de la operación a la que fue sometido en la cabeza, el astro del fútbol argentino consumía alcohol y marihuana, algo que conocían los médicos que lo atendían.
De igual manera, advirtieron que Agustina Cosachov, la psiquiatra, le daba una medicina para que rechazara el alcohol.
Rodolfo Baqué, abogado y quien representa a la enfermera Dahiana Madrid, que está imputada, fue el que entregó estos detalles sobre lo que declaración las hijas de Maradona.
En la causa abierta por homicidio culposo (involuntario), están acusados el neurocirujano Leopoldo Luque, la psiquiatra Agustina Cosachov, el psicólogo Carlos Díaz y dos enfermeros. (EL TIEMPO)