“Algo huele mal en Dinamarca”

De acuerdo con ese dicho de la tragedia de Hamlet, el reino de Dinamarca atravesaba una crisis de gobierno que terminó con la muerte del rey, cuyo cadáver no era encontrado, pero finalmente fue localizado en estado de descomposición. El dicho se extendió en el lenguaje político, para sugerir que algo malo estaba pasando en países con dificultades insuperables.

En efecto, se puede decir que en nuestro país suceden hechos que revelan que algo anda mal y que los problemas del pasado no solo se mantienen, sino que se agravan y que ese ritmo continuará todavía por algún tiempo.

Los problemas que eran arrastrados desde principios de siglo, reclamaban solución de urgencia, pero la medicina aplicada en noviembre de 2019 con una Junta de transición, resultó peor que la enfermedad. Ese problema trató de ser resuelto por un nuevo gobierno, pero, como van las cosas, la crisis no se resuelve y, más bien, se mantiene con el mismo ritmo y velocidad. Se sigue agravando, sin que se pueda decir hasta dónde llegará.

Las dificultades emergieron en masa en días pasados con virulencia. Se reprodujeron los tradicionales movimientos sociales, provocaciones del gobierno, movilizaciones policiales, gasificaciones callejeras, bloqueos de caminos, la intranquilidad general.

Pese a algunas medidas del oficialismo, el país mostró un alarmante estado de cosas, talvez peor que en otras oportunidades. Salieron a las calles y caminos a hacer bloqueos de magnitud los médicos, cocaleros de Yungas, maestros y estudiantes, respaldados por organizaciones laborales de diverso tipo. Es más, a esa agitación también se incorporaron los agricultores soyeros de Santa Cruz que paralizaron las vías camineras orientales y la exportación de granos. Todo ello culminó con la violencia en las calles de La Paz, con saldo de varios contusos.

Lo más notable de esas bullas fue que estaban coordinadas unas con otras y formaron un solo bloque de significación en demanda de soluciones concretas. Ya no se trató de un solo sindicato o gremio, sino de un conjunto de población, que no dejó de mostrar perfiles políticos y reveló que la luna de miel del gobierno de Luis Arce Catacora había terminado e ingresaba a la de hiel. De ahí que algo huele mal en el país.