Algo está funcionando mal, muy mal…

Hace solo unos días el mundo ha podido observar las primeras imágenes transmitidas desde Marte por el “Perseverant”; un robot inteligente capaz de desplazarse, filmar, grabar, transmitir, tomar muestras y sabe Dios qué cosas más; mientras que otros dos módulos, también de origen terrestre, estaban observando atentamente estos eventos desde la concurrida órbita marciana.

Entonces, ¿es esta una experiencia beneficiosa para la humanidad? Claro que sí, y debería enorgullecernos a todas y todos los habitantes del planeta. La humanidad ha alcanzado un nivel tecnológico que hace imposible anticipar siquiera sus futuros límites.

Lo que está mal es que la aparición de la pandemia del Covid-19 nos haya sorprendido, sin que exista hasta ahora una respuesta científica eficaz, pese al alto nivel tecnológico alcanzado por la humanidad.

No me refiero al hecho puramente probabilístico o científico de que una pandemia pueda o no suceder, pueda o no ser anticipada; me refiero al hecho concreto de que todavía no hemos sido capaces de resolver los efectos del Covid-19, a través de las instituciones creadas precisamente con ese propósito, pese a que han transcurridos más de 14 meses desde su aparición y se ha superado ya la cantidad de más de 2 millones de víctimas fatales en el mundo.

Lo cierto es que algunos científicos no están cumpliendo con los propósitos institucionales y algunos no están haciendo bien su trabajo. No es posible que tengamos organizaciones especializadas, laboratorios equipados y personal científico seleccionado en la OMS y la OPS, dentro de las Naciones Unidas, y que los ciudadanos de este planeta tengamos que depender de lo que hagan o dejen de hacer los más grandes laboratorios privados del mundo y de la buena o mala disposición de los gobiernos alternativos de China y Rusia. Algo está funcionando mal, muy mal en el sistema de la salud pública mundial.

Como si esto no fuera suficiente, en el país debemos sufrir los efectos de una huelga del llamado sector médico o de la salud pública, en plena etapa de atención a la pandemia del Covid-19. Todo, como producto de un desacuerdo de visiones entre los representantes de ese sector y el actual gobierno. Verdad. . . cierto, aunque usted no lo crea: ¡huelga del sector médico en plena pandemia!, algo que de seguro no podría ocurrir en ningún otro país o región de este planeta.

Otra vez no se está cumpliendo con los propósitos institucionales y no se está haciendo un buen trabajo, mientras el sistema de salud pública se está ahogando en una profunda crisis de acceso. En cambio, se está esgrimiendo únicamente dos elementos de confrontación que, más bien, debieran ser requisitos habilitantes para un diálogo proactivo: profesionalismo y legalidad constitucional.

Sin duda, algo está funcionando mal, muy mal en el ámbito de la salud pública nacional. . .

El autor es economista.