Contra golpe militar
Al menos 38 personas han muerto en Birmania este miércoles durante las protestas contra la junta militar, en el día con más víctimas desde que comenzaron las protestas contra el golpe de Estado del pasado 1 de febrero, ha denunciado Christine Schraner Burgener, la enviada especial del secretario general de Naciones Unidas, António Guterres.
Schraner señaló en rueda de prensa que se trata del "día más sangriento" desde que el Ejército tomara el poder el pasado 1 de febrero y que las víctimas mortales ya han superado las 50, a las que habría que sumar "muchos heridos".
Según denuncian asociaciones y medios locales, las fuerzas de seguridad han usado fuego real para dispersar las manifestaciones, que un día más han vuelto a inundar las calles de las principales ciudades de Birmania.
Los manifestantes piden la liberación de los principales líderes democráticos del país de la anterior líder 'de facto' del Gobierno, Aung Suu Kyi, y el expresidente Win Mynt.
La represión se intensificó en los últimos días pese a la presunta orden de la Junta Militar de utilizar munición real en la dispersión de las protestas y el número de detenidos supera los 1.200, según el diario local The Irrawaddy'.
Con la llegada de la noche, cientos de personas han salido a las calles en varios barrios de Rangún a rendir honores a los caídos portando velas, según ha informado “Frontier Now”.
En su comparecencia, la enviada de la ONU señaló que espera que en el Consejo de Seguridad del próximo viernes se aprueben sanciones en un mensaje que ha dirigido específicamente a China y Rusia, quienes vetaron una resolución en la última reunión del órgano.
"No es un asunto interno (...) afecta a toda la región", defendido Schraner, quien asegura que había advertido en los últimos años de que esta situación "podía ocurrir" debido a que la "estructura de poder hacía muy difícil cualquier reforma", apuntó.
La enviada ha asegurado que el Gobierno de la Liga Nacional para la Democracia quería realizar muchas reformas y que esto ha motivado la decisión de los militares de realizar el golpe, ya que "tienen el poder y no quieren perderlo".
Además, la crisis birmana protagonizó el martes una reunión de ministros de Exteriores de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), que concluyó con un tímido y generalizado llamamiento a la estabilidad, y también está previsto que el asunto sea tratado por el Consejo de Seguridad de la ONU, previsiblemente el viernes y a puerta cerrada, según la agencia DPA. (Europa Press)
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