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Catorce distritos
> Los alteños acudieron a sufragar desde muy temprano, en una jornada pacífica y de gran valor cívico con el anhelo de mejorar en sus respectivas zonas
La jornada de votación en la ciudad de El Alto se caracterizó por el compromiso y esperanza de la ciudadanía, por contar con mejores días a través de las próximas nuevas autoridades electas.
Tres recintos electorales, considerados los más grandes en la ciudad de El Alto, ubicados en los distritos municipales 6 y 7, fueron los más concurridos durante todo el día, como son la Unidad Educativa Abel Iturralde, Colegio Santa María de los Ángeles del Distrito 6 y la Unidad Educativa San Roque, del Distrito 7.
Los 159 recintos electorales fueron abiertos desde muy tempranas horas, aunque con muchos problemas de ausencia de delegados, que ocasionó la protesta generalizada de la ciudadanía.
Uno de los problemas donde se presentaron estas falencias fue en el Colegio Particular San Miguel de la zona de San José de Yunguyo, del Distrito 4, donde con la finalidad de sufragar temprano llegaron hasta con media hora de anticipación formando largas filas, pero el desorden y las ausencias de delegados en varias de las mesas hizo que una persona tarde por lo menos una hora y media para votar.
La falta de responsabilidad desde los presidentes de mesa y los jurados electorales fue uno de los principales problemas, donde la población votante tuvo que colaborar para que los pocos jurados de cada mesa puedan organizarse de mejor manera y de esta forma acelerar la votación.
Estos mismos problemas se presentaron parte de la mañana de esta jornada electoral, aunque a pesar de todos estos problemas, la población estuvo presente para cumplir con su deber de ciudadano.
Un recorrido por los diferentes centros electorales que efectuó EL DIARIO, principalmente durante la mañana, en la mayoría de los recintos de esta urbe la ausencia de delegados fue lo más criticado por la ciudadanía, donde el desorden, las protestas por la tardanza y la lentitud de los pocos jurados electorales causó molestia.
La falta de información por parte de los funcionarios del Tribunal Departamental Electoral se pudo advertir en todos los recintos electorales; las grandes listas de votantes fueron pegadas en los ingresos de los mismos, pero con una total desinformación hacia la población y muchos no pudieron encontrar sus nombres, debido a que habían sido cambiados a otros recintos.
A este problema se sumó la falta de personal de la Corte Departamental Electoral, para brindar colaboración en este problema para aquellas personas que no entendían los motivos por el cual fueron cambiados, además sin previo aviso.
