Jeremy Rifkin: la tercera revolución industrial

El señor Jeremy Rifkin es un eximio economista norteamericano, con estudios superiores en la University of Pennsylvania y la Tufts University de Massachusetts, considerado entre los más influyentes creadores del pensamiento político, económico y tecnológico actual, autor de numerosos libros que son leídos en muchos idiomas, es también asesor de varios países del primer mundo.

Según publicaciones especializadas, él predijo los efectos de la automatización y el cambio de la economía por el internet y también se refirió al fantasma de la automatización. En su libro “El fin del trabajo” predice que el desarrollo sostenido de software llevará cada vez más a un mundo de menos trabajo. En ese mismo libro planteó la reducción de la jornada laboral y la creación de la renta básica universal, temas que hoy son discutidos en el ámbito académico.

La hoja de vida del Sr. Rifkin es muy extensa, por lo que no vale la pena extenderse demasiado.

La opinión central de este autor, en su trabajo “La Tercera Revolución Industrial”, es que, en el transcurrir de la historia, los grandes cambios de nuestro orbe se produjeron cuando convergieron tres grandes componentes: nuevas formas de energía, nuevas formas de movilidad y nuevas formas de comunicación. Es así que en el Siglo XIX la introducción de la energía de vapor alimentada con carbón, la movilización de trenes y buques a vapor y los nuevos medios de comunicación con la imprenta y el telégrafo transformaron nuestro sistema de vida y condujeron a la “Primera Revolución Industrial”. Asimismo, en los albores del Siglo XX la electricidad y el motor a combustión con petróleo barato, la producción masiva, seriada, con esa nueva energía y las comunicaciones con el teléfono, la radio y la televisión, convergieron y dieron paso a la “Segunda Revolución Industrial”.

Hoy, según Rifkin, la proliferación de energía limpia renovable, para evitar el cambio climático que amenaza a nuestro planeta, la cada vez más importante producción de automóviles híbridos eléctricos, con posibilidades de conducción autónoma y la tecnología de la comunicación vía internet están convergiendo para dar lugar a la “Tercera Revolución Industrial”.

Esta teoría está sustentada en lo que el autor llama cinco pilares, los cuales son:

1.- El cambio a una mayor utilización de las energías renovables.

2.- Una transformación cada vez mayor de cierto tipo de edificaciones, construidas con ambientes para cobijar depósitos de energía.

3.- Desarrollo de baterías recargables (pilas de hidrógeno y de otras nuevas tecnologías de almacenamiento de energía).

4.- Desarrollo de la red eléctrica o red de distribución de energía eléctrica inteligente (smart grid).

5.- Desarrollo de transporte de vehículos eléctricos o híbridos enchufables, así como de pilas de combustible, utilizando la electricidad renovable como energía de propulsión.

Con esta base, el autor anuncia una Revolución Científico-Tecnológica, a la que denomina también “Tercera Revolución Industrial”, afirmando que la energía limpia que está en pleno desarrollo dará fin a los combustibles fósiles, los cuales, en gran parte, han dado origen al calentamiento global de nuestro planeta.

Según las predicciones de Rifkin, en un plazo no muy largo millones de personas serán capaces de generar su energía en casa o en el trabajo y su manejo será como un internet de la energía y, en tal caso, podrán compartirla o intercambiarla como actualmente se hace con esa red informática. Esto se podrá producir a nivel de ciudades y de países y, para ejemplo, cita que las empresas de electricidad de algunos estados de la Unión, como Texas, Colorado y California, tienen pensado extender redes inteligentes de energía. Consecuentemente, un internet energético cambiará el modo de vida de la gente y dará lugar a nuevos mercados y acuerdos económicos, con grandes posibilidades comerciales.

Dado el interés de los países en evitar el calentamiento global, que amenaza con la destrucción del hábitat de las especies, se ha desatado una clara competencia en la investigación de energías limpias y es así que se comenta sobre energía eólica, energía solar, energía recargable en baterías, como la de litio, de litio-aluminio, baterías de flujo, de calcio-ión, de sodio, de grafeno. Por otra parte, aparecen las baterías de hidrógeno, sobre la cual J. Rifkin tiene el libro “La Economía del hidrógeno”, donde resalta que es la energía limpia del futuro.

En cuanto a la eliminación de la contaminación automotriz, responsable en gran parte del cambio climático, vale la pena recordar las tecnologías que se encuentran desarrollando los fabricantes de automóviles como Honda, Tesla, etc., para imponer los autos eléctricos, en consuno con lo expuesto por el autor que nos ocupa.

Es importante conocer las ideas vertidas por Rifkin, dado que su asistencia y asesoramiento son elementos muy valiosos para muchos de los países centrales interesados en un futuro próximo como el descrito, lo cual influirá inevitablemente en países del tercer mundo.

Ing. Edgar D. Ergueta Ávila, Consultor internacional, ex funcionario del A. de Cartagena y ALADI.